La cultura de Otavalo

Foto © 2020 adobestock.

En las altitudes de los Andes, Otavalo se encuentra a una altura de 2.532 metros. El pueblo norteño es famoso por su mercado artesanal donde los otavaleños se congregan para vender artesanías. La Plaza de los Ponchos es uno de los lugares más espectaculares de América del Sur, que destaca tanto por sus compras como por su importancia cultural. La gente de Otavalo usa el día de mercado de la misma manera que lo hicieron sus antepasados durante la era precolombina de Ecuador, cuando los productos de la selva se cambiaban por bienes de la sierra.

Cultura otavaleña
Los indígenas de Otavalo se identifican fácilmente por su vestimenta tradicional. Los hombres visten ponchos azules o grises, calzones blancos hasta la pantorrilla, sandalias de cuerda, sombreros de fieltro oscuro y una larga trenza que llega casi hasta la cintura. Las mujeres se visten con blusas blancas intrincadamente bordadas, faldas negras tejidas y chales. La joyería incluye cadenas de collares con cuentas de oro y pulseras de coral rojo. Para la gente de Otavalo, su vestimenta es parte de su identidad indígena y expresa exteriormente su etnicidad.

Idioma
La mayoría de los indígenas otavaleños hablan quichua, evidencia de su capacidad para aferrarse a los valores y prácticas culturales tradicionales a pesar de la opresión de la colonización. A diferencia de otros grupos indígenas, la gente de Otavalo sobrevivió como un grupo étnico distinto. En algún momento después del siglo XVI, su idioma original se perdió y en adelante hablaron kichwa, el dialecto quechua de Ecuador.

Origen
La gente de Otavalo es un grupo indígena originario de las montañas andinas de la provincia de Imbabura, y ha prosperado a pesar de las invasiones incaicas y españolas. Los otavaleños y otros grupos andinos del norte de Ecuador a menudo se identifican con el pueblo precolombino Cara y la cultura Cara, descendientes de la cultura semimítica Quitu, el origen del nombre de la capital ecuatoriana, Quito.

Historia
El breve período del gobierno inca hizo poco para cambiar la cultura otavaleña. Antes de ser forzado al Imperio Inca a fines del siglo XV, la región al norte de Quito hasta cerca de la frontera con la actual Colombia constaba de varios pequeños cacicazgos, incluidos Otavalo, Caranqui, Cayambe y Cochasquí. Estos cacicazgos eran similares en técnicas artísticas, subsistencia, patrones de asentamiento y probablemente hablaban lenguas barbacoas.


Habilidades y artes
El Mercado de Textiles y Artesanías de Otavalo se remonta a la época preincaica cuando los otavaleños eran tradicionalmente tejedores. Descendiente de artesanos centenarios, la creación de artesanías es la principal actividad de los otavaleños. En cualquier día de la semana, la Plaza de los Ponchos es un arcoíris de textiles y artesanías; mantas, tapices, carteras, hamacas, caminos de mesa, suéteres de lana de alpaca, calcetines y bufandas alegran el mercado artesanal más grande de América del Sur. Centrado alrededor de la Plaza de los Ponchos, el mercado de fin de semana se extiende a lo largo de calles que se cruzan por varias cuadras en todas las direcciones.

Gastronomía
El maíz, las papas y los cuyes domesticados son características de la agricultura otavaleña, por lo que es lógico que la cocina refleje la agricultura. Los quimbolitos, hechos de maíz, la sopa de locro de papas y el cuy asado son delicias populares junto con la fritada favorita local; trozos de cerdo fritos servidos con maíz blanco.

Otavalo es una mezcla mágica de historia, costumbres, cultura, gastronomía y folklore. No se pierda esta fascinante ciudad durante sus vacaciones en Ecuador.

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Fuente: «The Unique Otavaleño Culture of Otavalo Ecuador». latintrails.com, 2020. Web. 6 de enero de 2023.

Cursos de Kichwa

El Municipio de Otavalo, a través de su dirección de gestión de desarrollo social, educación y cultura; inauguró cursos de formación sobre la revitalización del idioma, historia, cultura y cosmovisión del Pueblo Kichwa Otavalo. Estos talleres que contaron con gran acogida por parte de la ciudadanía, estarán en actividad durante 10 semanas.

“Comentarles que hemos tenido una alta demanda de ciudadanos para participar de estos cursos. Hemos inaugurado los niveles básicos e intermedios. En su primera etapa estos talleres estarán habilitados hasta finales de septiembre”, informó Ricardo Meneses, analista de cultura del GAD Municipal de Otavalo.

Como ya lo expuso el funcionario municipal, al momento, los estudiantes inscritos cursan los niveles básicos e intermedios. No obstante, cuando terminen su capacitación, se implementará el curso avanzado, para que los mismos participantes continúen con su preparación académica, referente al idioma kichwa principalmente.

“En el mes de octubre, una vez que se termine con esta primera etapa, vamos a iniciar nuevamente con una segunda etapa, con los mismos integrantes y quienes deseen sumarse para un nivel más avanzado”, agregó Meneses.

Vale destacar que estos talleres son dirigidos para toda la ciudadanía en general, no sólo para kichwa hablantes. Al respecto de ello, el analista de cultura de la municipalidad, dijo que la intención del cabildo es que toda la población otavaleña forme parte de estos procesos, tomando en cuenta que el cantón es considerado como la capital intercultural del país.

Los cursos se desarrollan por 2 horas diarias, dos días a la semana. En la primera se dicta todo lo referente al idioma kichwa, mientras que en la segunda se tratan temas vinculados a la cultura, cosmovisión e historia del Pueblo Kichwa Otavalo.

A decir de Meneses, estos aspectos promueven la interculturalidad en el cantón, lugar en donde conviven los pueblos afroecuatoriano, índígena y mestizo.

Por el alta demanda de participantes, la organización abrió 4 paralelos, 2 para el nivel básico y 2 para el intermedio, mismos que se desarrollan en la Unidad Educativa Valle del Amanecer.

En cuanto a la aprobación de los cursos, los estudiantes deberán hacerlo con el 80% mínimo de asistencia, además deberán superar con éxito cada una de las evaluaciones que se tomen. Al final recibirán el correspondiente certificado avalado por el GAD Otavalo.

125 personas se inscribieron en primera instancia en los talleres, sin embargo, varias más no alcanzaron a hacerlo, motivo por el cual, el municipio habilitará un nuevo curso básico, para que los interesados puedan acceder a él. “Este nuevo curso se va a ejecutar los días sábados y domingos en horario de 14:30 a 16:30”, explicó el representante municipal.


Fuente: «Implementarán nuevo curso de kichwa por alta demanda». elnorte.ec. Diario EL NORTE, 31 de julio de 2021. Web. 3 de agosto de 2021.

Juliana Navarrete

Cuando el poeta Edgar Allan Poe indaga en los misterios de la felicidad humana insinúa que dicho estado se lo encuentra siguiendo cuatro puntos cardinales, como razones que nos asisten para ser feliz: la vida al aire libre, el desprendimiento de toda ambición material, el amor de una mujer y descubrir una belleza nueva cada día.

Luciana Navarrete junto a su padre, Roberto. FOTO © 2021 Leonardo Parrini.

Sin duda, una utopía distante que la voz y el talento de Juliana Navarrete aproxima con su canto. Inéditas resonancias en su armonía hacen posible un estado de recogimiento espiritual el momento en que la tesitura vocal de Juliana reivindica un elemental derecho en quien la escucha: la alegría de vivir. Esa rotunda sensación tuvimos al descubrirla como artista al tenor de una noble causa cantando en el concierto solidario con Juan Paredes, mientras el músico chileno libraba una decisiva batalla por su vida la noche del 27 de mayo pasado.

Ella canta con el amor de una mujer que lucha -que es la más alta forma de amar-, con su voz en libertad como el aire que respira, con desprendimiento de toda materialidad, propio del idealismo de la juventud que permite descubrir una belleza nueva cada día.

-“El amor y la lucha no son inseparables, una canción de lucha parte del amor, no creo que haya como separarlos, son dos amores diferentes, en la lucha siempre hay un gran motivo de amor, tu puedes amar tu libertad, tu país, tu gente y su futuro, sugiere Juliana.

Una infancia fecunda

La belleza y la alegría de vivir conjugaron en Juliana una existencia plena, en el ambiente bucólico de Otavalo, donde su padre -Roberto Navarrete- y su abuelo paterno le heredaron la exquisitez del arte musical.

-“Mi infancia la recuerdo de mil formas, mi padre y mi madre siempre han sido amantes de los animales, con mi padre nos íbamos a caminar en gran aventura en el ambiente de campo de una pequeña granja familiar donde había borregos, conejos, patos, en gran conexión con la naturaleza”.    

Nació y creció en el núcleo de una familia de músicos, esa fue la fragua que templó su talento, pulido cual diamante bajo el cincel orientador del padre. De su mano conoció la Nueva Canción Chilena, referente de las luchas del cono sur. Recibió desde temprana edad educación vocal en profunda conexión con su progenitor, para ella “zapatos muy grandes que calzar” en el camino de su formación musical.

-“Siempre sentí la conexión de cantar con mi padre, el ser que me dio la vida y a quien amo infinitamente. Un referente musical increíble que me ha inspirado en adquirir ese nivel de expresividad en las canciones. Es una gran responsabilidad ser hija de Roberto Navarrete, le tengo mucho respeto, canto con el acompañamiento de su guitarra y si canto junto a él tengo que hacerlo bien”.

Siendo adolescente, Juliana integró grupos corales estudiantiles y allí aprendió que su registro de soprano era la mejor evidencia que había nacido la interprete de una familia de pájaros cantores, en el nido de una estirpe de artistas que arrullaron su talento.

-“La música es toda mi vida, de niña no me dormía si no escuchaba música”.

Entre cantautores que influyeron en su formación musical está Violeta Parra de Chile, los argentinos León Gieco, Gustavo Cerati, Charlie García y Le Luthier, el español Joaquín Sabina, con su música “que tiene historias, además de ritmo”. Música de amor y lucha que, a la postre, tiene un futuro complejo en las preferencias de las nuevas generaciones.

-“Entre los jóvenes de nuestra generación que todavía compartimos ese sentimiento de lucha, le veo un futuro de pelea a la canción latinoamericana”.

Como exponente de una nueva generación, Juliana Navarrete se hizo cantante cultivando un talento innato con una tesitura en su voz en extremo afiatada, con resonancias propias de un timbre en plenitud de singulares tonalidades expresivas que emite vibraciones armónicas de apropiada intensidad, tono, timbre y duración, según señalan los expertos.

-“Creo que el arte te permite expresar lo que uno es y abre una ventanita al mundo sobre lo que uno piensa y siente. La música, a través de la historia, ha sido una gran arma de lucha, si hay una función del arte es que nos da libertad”. 

¿Quién sabe si el artista nace o se hace por los caminos libertarios de la vida? En el caso de Juliana Navarrete es una incógnita de segundo orden. La joven artista ecuatoriana tiene el don de hacer al ser humano feliz con su canto. Con una alegría de vivir propia de los seres alados que encuentran la felicidad en los cuatro puntos cardinales, en busca de una belleza nueva cada día.


Fuente: Parrini, Leonardo. «Juliana Navarrete, un canto de amor y lucha». lapalabrabierta.com. La Palabra Abierta, 6 de junio de 2021. Web. 12 de junio de 2021.

La Plaza Cívica

Un espacio desierto se encuentra en el barrio Los Portales, en las calles Juan Montalvo y Modesto Jaramillo que con la construcción de una Plaza Cívica para Otavalo busca cambiar el panorama y transformarlo en una plaza llena de cultura y tradiciones para el cantón.

Antecedentes
En la administración del 2000-2005 se establece el proyecto de reubicación del Mercado 24 de Mayo, concluido en el 2013. Ahí comienza un concurso de estudios técnicos del conjunto de patrimonio cultural en dónde el arquitecto Eduardo Báez, especializado en patrimonio gana y modela ciertos diseños para la construcción.

Los estudios de este proyecto se hicieron a través de un financiamiento del Banco de Desarrollo y en convenio con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, por considerarse un bien patrimonial.

El INP califica esta iniciativa como un proyecto de gran impacto, sin embargo, tras la entrega de estos estudios técnicos de edificaciones patrimoniales en el 2015 se detiene para ser retomado por la municipalidad en el 2019 y encargado directamente al departamento de Ordenamiento Territorial y Planificación a cargo de la arquitecta Consuelo Pabón.

Financiamiento
Tras una actualización de estudios, por el tiempo transcurrido, se estima un valor de 6 millones de dólares, añadiendo la recuperación de algunas edificaciones patrimoniales como Los Portales, la Gallera Municipal, la exescuela Gabriela Mistral, muros anclados y edificios municipales.

Debido a la baja capacidad de endeudamiento municipal se imposibilita acceder al crédito de Banco de Desarrollo por lo que se prioriza la edificación de la Plaza Cívica, mediante administración directa.

“Se ha postergado por mucho tiempo por razones de la pandemia y, la situación económica para el proyecto es desalentadora, sin embargo, desde la municipalidad se lo ha tomado como un reto de eficiencia”, dijo.

Diseño
Se propone un sitio como homenaje a la interculturalidad de indígenas y mestizos, culturas que predominan el cantón, y revele expresiones de conocimientos ancestrales como la agricultura a través de las fases lunares que se plasmará en la plataforma.

Para fortalecer el sentido de pertenencia e identificación de la ciudadanía se implementarán pliegues arquitectónicos con grandes jarrones representando las 9 parroquias, con árboles trazando la morfología del cantón, estos pliegues también figurarán como escenarios para reanimar el ámbito artístico y cultural de la población otavaleña.

Como un recorrido a través de la historia se plasmarán los primeros asentamientos de los otavalos en el piso de piedra.

El inicio de la construcción se estima para el mes de enero y su conclusión para el mes de julio.


Fuente: «¿Cómo inició el proceso para la construcción de la futura Plaza Cívica de Otavalo?» Diario EL NORTE, 29 de noviembre de 2020. elnorte.ec. Web. 30 de noviembre de 2020.