El pintor Jorge Perugachy nació en Otavalo en 1954. Realizó sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas Daniel Reyes, en la Universidad Central del Ecuador y en Corcoran University School, Washington D.C. Su obra ha sido expuesta en diversos países donde destacan sus exposiciones en EE.UU., España, Inglaterra, entre otros. En 2010 fue condecorado y premiado por los museos Xuhui de Shangai y el de Ningbo, ambos de China. En 2011 representó al Ecuador en la Expo Malasia, en Kuala Lumpur.
Al contemplar la obra pictórica de Jorge Perugachy, parecería que uno mira el follaje andino desde el cielo, a lo lejos. Los colores de nuestros paisajes son recurrentes en sus lienzos, que se combinan con tonos cobres y ocres con vigorosidad.
El artista expone después de 19 años en su país de manera individual, en las salas Eduardo Kingman, Oswaldo Guayasamín y Miguel de Santiago, en la Casa de la Cultura de Quito. La muestra se titula ‘La magia del barroco andino’, con un total de 110 obras. “Espero que el público aprecie mi trabajo, el cual es realizado, ante todo, con mucha responsabilidad y seriedad”, comenta el maestro otavaleño.
Vida de enamoramiento
Jorge Perugachy asegura que “es un pintor de parto natural” y pese a aquella destreza innata afirma que “lleva 42 años aprendiendo a pintar”. En medio de su capacidad creadora y el aprendizaje continuo, la mujer se constituye en su musa inspiradora y principal protagonista. Encuentro la belleza en la figura femenina. En ella habita una serie de símbolos que te permiten plasmar, dice el artista quien manifiesta que “ningún elemento está por coincidencia en su trabajo, pues todo es investigado y analizado para usarse”.
Estoy enamorado de nuestra mujer andina”, acota el hombre que al plasmarlas recurre a los colores de su infancia: “Nací cobijado por el Taita Imbabura, un gigante que me deslumbró con sus verdes y con sus tierras doradas y tostadas”, recuerda. Claro que en sus cuadros también está el colorido festivo de las prendas otavaleñas, que colmaron su retina desde pequeño.
Basta una mirada…
“Hay miradas que matan”, se dice de manera popular, así como otras “cautivan”. En el caso de Perugachy, las que pinta comunican. No solo los colores y las texturas dialogan con el espectador, pues el artista logra que los ojos de sus ‘mujeres’ se transformen en ventanas de un mundo interior.
Basta observar a cualquier obra de su serie ‘Ausencia’, por ejemplo, para comprender la tristeza y la añoranza de quien extraña a un ser querido que partió por mejores oportunidades; así como basta con admirar a una de sus ‘Mujeres de la noche’, para comprender el arduo trabajo de estos personajes que comercian con su cuerpo.“Ojalá mi pintura que tan solo pretende mirarte a los ojos, te conceda un pequeño manojo de paz”, escribe Jorge Perugachy… su magia barroca y andina es la oportunidad de intercambiar miradas.
Fuente: Diario La Hora.”Jorge Perugachy: Entre lo barroco y lo andino.” lahora.com.ec, 25 de marzo de 2012. Web. 21 de junio de 2016.