En el tren, camino a casa, leíamos un artículo: “los partidos no se pueden ganar si no se anotan goles. Los defensores evitan los disparos al arco. Si el defensor puede cortar un pase antes de que ocurra el duelo individual, ha disminuido significativamente la amenaza ofensiva”. P. Reynolds, “What Makes a Great Defender?” (Qué es lo que caracteriza a un gran defensor?)
Inconscientemente pensamos que la descripción semejaba a la de un jugador recordado por la tenacidad con la que custodiaba el sector izquierdo de la defensa.
Marco “Negro” Hinojosa Endara
Nació en la parroquia Miguel Egas Cabezas (Peguche) el 25 de julio de 1952. Sus padres fueron don Segundo Rafael Hinojosa Rojas y doña Carmen Amelia Endara Novoa. Fueron diez hermanos: Jaime (+) Magdalena, Yolanda (+), Rosario, Teresa, Piedad (+) Carmen, Nieves, Lucía.
Estudió en la Escuela Luis Silvio Haro (Peguche), luego en el Colegio Nacional Otavalo, continuó en el Colegio Mercantil Ecuatoriano, en Quito y se graduó en el Colegio Alejandro Von Humboldt, de Quito.
En el Colegio Otavalo jugó también baloncesto y recuerda a Paco Páez, Toco Valdospinos, Agustín Rodríguez, Chino Andrade, Gonzalo Nicolalde, Mauro Carrillo, Waldo Andrade, Jacinto Loza, entre otros.
Está casado con la Licenciada Mercedes Rojas Buitrón y tiene tres hijos: Gabriela, Rafael y Santiago. Sus hijos jugaron en la Selección de Otavalo y fueron pioneros del Club Básico Barrial San Sebastián. Rafael jugó un campeonato con la Selección de Imbabura en unos Juegos Interandinos y fue convocado a la Pre-Selección Nacional de Ecuador Sub 17.
El Club Victoria de Ilumán
Los comienzos en este club lo cuenta así: “don Benedicto Buitrón, Gabino Esparza y Neptalí Terán nos invitaron a mi hermano Jaime “Turico” y a mí a jugar en el Club Victoria de la Parroquia San Juan de Ilumán. Ahí estuve dos años”.
Prosigue, “nosotros, ‘viendo los toros de lejos’ nos dimos cuenta que había buenos jugadores jóvenes en la parroquia, todos ellos con ganas de hacer lo que les apasionaba: jugar al fútbol. Sin embargo, no había algo organizado. Ante esta realidad, por iniciativa de algunos amigos, formamos el Club Unión de Ilumán. Cumpliendo una promesa a don Segundo Buitrón, pasé a formar parte del club”.
Ahí estuvo cuatro años. Recuerda con mucho cariño a don Segundo como el Primer presidente del Club, un gran caballero. De esta época son sus compañeros Milton Mármol, Amable Encalada, Alfonso Encalada, Marco Encalada, Augusto Esparza, Carlos Ayala, Silvio Esparza, Marco Encalada, Sixto Hinojosa, Rodrigo Hinojosa, entre otros (si nos olvidamos de alguien, damos nuestras disculpas). El uniforme tenía los colores celeste y blanco.
Jugaron varios partidos amistosos y oficiales. Visitaron cantones y parroquias. Es recordada una final del campeonato de fútbol en la ciudad: el legendario Unión de Ilumán contra el Atabaliba de Otavalo en su apogeo. Como diría uno de mis tíos, “se dieron hasta más no poder”. Interpretamos que fue un partido muy disputado de comienzo a fin. En este partido se pudo ver a lo mejor de Otavalo disputando un partido como rivales en equipos distintos.
Tiene muchas anécdotas, “sin duda nos faltaría tiempo para poder compartir todo lo vivido en nuestra historia”.
Una de ellas, “cuando jugábamos en la ciudad de Ibarra, en el Club Los Imbayas con mi hermano Jaime; incluso entrenábamos con la selección de Ibarra con miras al torneo cantonal, una delegación de Liga Deportiva Cantonal de Otavalo visitó la casa de mis padres en Peguche para solicitarles nos permitan jugar por la Selección de Otavalo. La respuesta fue positiva y los dos hermanos estaban muy entusiasmados por esta oportunidad. Sin embargo, a la hora de dar la lista final, solo mi hermano Jaime fue incluído y yo quedé fuera de aquella selección. Recuerdo todo esto con nostalgia y tenía muchas iras. Aún con el sabor amargo, me repuse viendo jugar a mi hermano por nuestro querido cantón en el primer torneo cantonal. Aquel año tuve que mirar todos los encuentros desde las gradas”.
Relata que “para el segundo campeonato ingresé ya a las filas de la Selección de Otavalo en reemplazo de Aníbal Bonilla y ya nadie pudo sacarme de esa posición. Recuerdo a algunos de mis compañeros de selección: Cesar “Gordo” Andrade, Alfredo Avilés “Loca”, Rodrigo Orbe, Luis “Indio” Echeverría, Hugo Ruales, Jaime Hinojosa, Raúl Rosales, “Katio” Méndez, Hugo “Mama” Villa, Wilson “Flaco” Velasco, Gustavo Pareja, Abraham Rosales, Marco Echeverría, Armando Jaramillo, entre otros”.
Un entrenamiento con LDU en Quito
Con la Selección de Otavalo tuvimos la oportunidad de entrenar con Liga de Quito en las canchas de la Universidad Central del Ecuador. Gracias a la gestión del Director Técnico, Raúl “Capacho” Jiménez, compartimos el campo de juego con jugadores de altísimo nivel como: Yamandú Solimando, Santiago Alé, Carlos Ríos, Francisco Bertochi, Polo Carrera, Ramiro Tobar, Jorge Tapia, Tito Larrea, Mickey Salazar, Eduardo Portilla, Marco Moreno.
A finales de los años 60, la Selección de Otavalo había conseguido el famoso Tri-Campeonato a nivel provincial. Es recordada por tener un grupo copioso de jugadores titulares y una reserva igual de talentosa. El entrenador debió haber tenido dolores de cabeza frecuentes para conformar el equipo cada partido. Sin embargo, era casi constante la muralla en la defensa: Marco “Negro” Hinojosa cuidando la izquierda, Hugo “Negro” Ruales en el centro, Rodrigo Orbe a cargo de la banda derecha. De líbero estaba el magnífico Luis “Indio” Echeverría. En la selección no había marcación personal, la defensa se movía en bloque. Qué delantero podía eludir semejante defensa?
Marco Hinojosa reconoce que en el colegio logró asentarse en su puesto habitual de marcador izquierdo, “tal vez por ser la posición donde más cómodo me sentí. Lo irónico de la vida es que a pesar de ser derecho para chutear, siempre jugué por la banda izquierda, siempre me gustó patear el balón con la pierna izquierda. En todos los equipos y selecciones que he jugado, siempre he estado por el lado izquierdo. Esa ha sido mi vocación: defender la portería y respaldar a los volantes y al arquero”.
El Club San Sebastián
Se emociona mucho cuando le mencionan este club: “es el club de toda mi vida, el club de mis amores, San Sebastián. Fui invitado a jugar por este club por una delegación de la institución presidida por el Sr. Pablo Flores Morales. Recuerdo con mucho orgullo haber sido Director Técnico del equipo que se consagraría como Primer Campeón Nacional de Fútbol Amateur, hasta las los partidos semifinales”.
Su modestia le impide enumerar las asperezas que el Club San Sebastián tuvo que recorrer para lograr el Campeonato Nacional de Fútbol Amateur en 1979. El comenzó como Director Técnico armando el equipo de jugadores y le fue dando forma hasta clasificarlo a las semifinales. A partir de ahí el cargo le fue entregado a Luis “el Indio” Echeverría, quien se hizo acompañar de Marco como asistente. Ha colaborado como jugador, socio y Presidente del Club San Sebastián desde los inicios.
Después del fútbol, le encanta el ecuavoley. Destacó como buen jugador, en tantos torneos y partidos. Fue miembro de la Selección de la Cooperativa de Transportes Los Lagos logrando dos títulos provinciales.
Su labor como dirigente le mantiene siempre ocupado. Ha sido dirigente en Liga Deportiva Cantonal de Otavalo durante algunos años, en el Club Deportivo Otavalo y en su amado Club, San Sebastián.
Finalmente, nos ofrece unas palabras emotivas para que “las actuales generaciones puedan leer e imaginar los momentos vividos de la gran cantidad de personajes, figuras y leyendas que tiene el cantón Otavalo, que han construido a capa y espada su propia vida y de la mano, la historia de Otavalo”.
Casi siempre estaba en la posición precisa para anticipar el juego y evitar que lo desborden. Tenía mucha fuerza para evitar ser empujado por delanteros imponentes. Como un león, no se doblegaba bajo la presión. De la época exitosa de la Selección de Otavalo fue parte Marco Hinojosa a quien nos fue grato retratarle para permanezca como ejemplo de pasión por el fútbol y lealtad hacia un club.
Fuente: Hinojosa Rojas, Santiago. Comunicación personal, 10 de enero de 2021.