𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗔 𝗠𝗜 𝗧𝗜𝗘𝗥𝗥𝗔
𝐴𝑢𝑡𝑜𝑟: 𝐽𝑎𝑖𝑚𝑒 𝑁𝑢́𝑛̃𝑒𝑧 𝐺𝑎𝑟𝑐𝑒́𝑠
Es el título de una canción en ritmo de pasacalle, tiene algunos años de existencia, una historia propia y es quizá la última composición realizada por Don Alejandro Plazas Dávila. En anterior oportunidad, señalé que el haber contraído matrimonio con su nieta, motivó como es natural, un acercamiento entre familias y la consideración incrementada hacia Don Alejandro y su segunda hija, Leonila Plazas. Consecuentemente, fueron muchas las ocasiones donde hubo oportunidad de compartir instantes inolvidables, factor preponderante que acrecentó el aprecio mutuo.
Por aquella época, mi sobrina Patsy Orozco, volvió a Otavalo después de cumplir un ciclo de estudios fuera de la patria querida, circunstancia que motivó a Don Alejandro, crear tan bella melodía. No podía creer cuando me hizo el honroso encargo de que sea este servidor quien ponga la letra. Ni corto ni perezoso, acepté de buen agrado el reto. Lógicamente, tenía que escuchar la melodía para que entre el texto y la música haya consonancia.
Fue el profesor Don Germán Proaño quien, ante la partitura naciente, interpretó en su piano esta pieza musical recién salidita del horno. Afinando el oído, grabé en un cassette esta sinfonía de añoranza y nostalgia, así, la tarea complacientemente asumida, iba tornándose viable. He sentido en carne propia, el inevitable sentimiento de añoranza al estar alejado del terruño, también, la felicidad proporcionada por el retorno a casa, estos elementos contribuyeron a que la inspiración llegara y sobre una página amarillenta de un viejo cuaderno, asomaran los versos brotados desde mis entrañas.
Así es como nació el pasacalle “Regresando a mi tierra”, permaneciendo en injustificable reposo durante un tiempo considerable. Posteriormente, con la magistral interpretación de músicos calificados y la dulce voz de Sonia Marisol Vallejos, se procedió a realizar una grabación en estudio. Ahora, había que buscar una ocasión ideal para estrenarlo, ésta, llegó en el “Segundo Encuentro de Otavaleños Ausentes”, durante la realización nuestra Fiesta del Yamor.
Si nuestro coterráneo “El Sambo Hernández” permite que, a través de su encomiable tribuna, los otavaleños residentes en otras geografías, alejados de esta tierrita escuchen atentos, me sentiré doblemente complacido porque lo sentirán en sus fibras íntimas y un tenue rocío de humedad… acudirá a su mirada.
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Fuente: Núñez Garcés, Jaime. Comunicación personal, 2 de mayo de 2024.