Luis Alberto de la Torre

Nació en Otavalo en 1891. Cuando termina la escuela primaria, por iniciativa del obispo González Suárez se traslada a Ibrra, al Seminario San Diego, donde permanece algunos años, luego va a Quito a concluir sus estudios secundarios en el Colegio Mejía. Inicia sus estudios superiores en la Universidad Central del Ecuador para, posteriormente, graduarse como médico en México.

A su regreso al país trabajó en la clínica del Dr. Isidro Ayora, en Quito; cada fin de semana visitaba Otavalo, por lo que estaba enterado de sus problemas y necesidades; aquí comenzó a ejercer su profesión, altamente humanitaria, pues atendía gratuitamente a las personas que no podían pagar sus servicios. Fundó la Botica Moderna desde donde, igualmente, ayudó a la gente menesterosa.

Candidatizado por el Partido Conservador ganó las elecciones para Diputado por Imbabura. Cuando el Congreso de la República tuvo que ratificar el Protocolo de Río de Janeiro, luego de la invasión peruana al Ecuador, en 1941, el Dr. Luis Alberto de la Torre votó en contra de esa tesis, dando así una muestra de su carácter y de su patriotismo. En el Congreso expresó su criterio para retirar los poderes omnímodos de los que estaba revestido el Presidente de la República Carlos Alberto Arroyo del Río.

Fue legislador por ocho ocasiones, tanto Diputado como Senador. Fue Presidente de la Comisión de Presupuesto, donde demostró su capacidad y honradez acrisolada. Desde esta función ayudó a las instituciones otavaleñas, especialmente a las de carácter educativo, por cuya razón en 1958 el Concejo Municipal de Otavalo le declaró hijo dilecto de esta ciudad. El Municipio de Ibarra le entregó una condecoración como ciudadano ilustre, por la ayuda que le brindó como legislador de Imbabura. En todos sus actos el Dr. De la Torre fue un ejemplo de virtudes cívicas.

Falleció el 12 de septiembre de 1962 en Washington, donde había ido a tratarse de una grave enfermedad. A la llegada de su cadáver al Ecuador, el Congreso Nacional lo recibió en su seno y le brindó un homenaje póstumo. En Otavalo, el Concejo Municipal declaró tres días de duelo, izó la bandera a media asta y lo acompañó hasta el cementerio de la ciudad con muestras de dolor y gratitud de parte de toda la ciudadanía.


Fuente: Jaramillo Cisneros, Hernán (Compilador). “Por las calles de Otavalo. -De arriba abajo-” Revista Sarance -Serie Monografías- No. 1. Instituto Otavaleño de Antropología y Universidad de Otavalo, 2006. Web. 31 de octubre de 2016.