Nació en Otavalo el 24 de abril de 1884. Sus padres: Carlos Ubidia Albuja y Eloisa Proaño Cervantes. Inicia su educación en la escuela Fröebel, hoy Diez de Agosto, y la termina en la escuela central de la población de San Roque, a donde se había trasladado su familia. Con el ánimo de dedicarse a la docencia, estudia profunda y responsablemente para presentarse a las pruebas reglamentarias que le darían el título de profesor, durante este tiempo recibió dirección y asesoramiento del maestro Juan Modesto Idrovo, padre de la insigne maestra María Angélica ldrovo.
El 3 de mayo de 1900, en !barra, ante el tribunal integrado por el Jefe Político, Francisco Yépez, el eminente educador José D. Albuja, el Rector del colegio Teodoro Gómez de la Torre y el director de la escuela central de Ibarra, Daniel Bustamante, se presenta Luis Ubidia Proaño a rendir su examen donde recibe su título de profesor.
Inició su trabajo profesional en la escuela del barrio Bella Vista de la población de San Roque. El 6 de octubre de 1900 el Gobierno expide a su favor el nombramiento de institutor de la escuela de la Acequia Alta, hoy parroquia Andrade Marín, en el cantón Antonio Ante, donde permanece por ocho años. Durante ese tiempo sirve desinteresadamente en la escuela nocturna de obreros de Atuntaqui, lo cual le permite sentir el aprecio y la gratitud de la sociedad.
Al conocer los méritos del profesor Ubidia, el gran maestro otavaleño Alejandro Chaves le pide trabajar en el Instituto Normal de Varones Diez de Agosto, establecimiento educativo fundado por el general Eloy Alfaro en 1909, que funcionó hasta agosto de 1911; esta institución se llama desde entonces escuela superior.
Trabajó en Otavalo desde abril de 191O hasta 1913 , cuando fue nombrado subdirector-profesor de la escuela central de Atuntaqui. Un reclamo formulado a las autoridades por falta de pago de salarios a los maestros por seis meses consecutivos, con posterior paro de actividades, determinó que Luis Ubidia Proaño fuera cancelado de su cargo. En esas circunstancias ingresó al Ejército, donde permaneció hasta 1916.
Regresó a Otavalo, aquí ejerció las funciones de Jefe Civil por poco tiempo, pues el director de la escuela Diez de Agosto, Luis Ulpiano de la Torre, le pidió se reintegre a ese establecimiento educativo, lugar en el cual trabajó desde 1917 hasta 1930, cuando obtuvo su jubilación.
La época en la que permaneció el maestro Luis Ubidia Proaño en la escuela Diez de Agosto es la más brillante de la historia de ese plantel. El grupo de profesores de aquel tiempo permitió formar una generación de otavaleños distinguidos en los campos de la cultura, la sociedad, la industria, las profesiones liberales. Alejandro Chaves, Luis Ulpiano de la Torre, Fernando Chaves, Víctor Alejandro Jaramillo, Humberto Vinueza, Segundo J. Castro, Paulino Garcés y otros más, formaron un especial equipo de avanzada cultural.
En el campo del servicio a la colectividad, Luis Ubidia Proaño ejerció el periodismo, puesto que por más de veinte años sirvió como corresponsal del diario capitalino El Día. En esta función se destacó por su preocupación sobre todos los aspectos del convivir otavaleño, cuyas sugerencias y comentarios siempre fueron bien acogidos por los editores del prestigioso rotativo.
En un homenaje ofrecido por los ex alumnos de la escuela Diez de Agosto, en 1952, el antiguo profesor Luis Ubidia Proaño expresó:
..este es el mejor laurel conquistado en una tarea diáfana, llena de esfuerzos. Os enseñé, sobre todo y en primer lugar, a ser hombres en el sentido cabal de la palabra y de este propósito que lo veo cabalmente cumplido, me siento orgulloso y feliz, porque la obra del maestro es una obra del futuro y ese futuro ha sido retribuido en su totalidad…
Fuente 1: Jaramillo Cisneros, Hernán (Compilador). “Por las calles de Otavalo. -De arriba abajo-” Revista Sarance -Serie Monografías- No. 1. Instituto Otavaleño de Antropología y Universidad de Otavalo, 2006. Web. 31 de octubre de 2016.