La firma de Whitman

Un día, cuando era estudiante del Colegio Daniel Reyes, en San Antonio
de Ibarra, había realizado un dibujo en cartulina y lo primero que hice
fue mostrárselo a mi padre, que era carpintero. Él, conmovido, me dijo:
“Qué bien, lindo mijo, lindo. Presta para darte enmarcando”.  Alegre ante esta respuesta le dije: “Claro papá, para eso mismo venía a verle”.  Entonces dijo: “Pero primero ve a indicarle a tu mamá, Teresita, lo que has hecho”.  Sin perder tiempo, apurado, me dirigí a la cocina, donde mi mamá estaba preparando los alimentos (papas con cuero). Con mucha efusión le dije: “Mamita, ¿qué le parece este cuadro?, mi papi lo va a enmarcar”. Ella me contestó: “Lindo está, bonito está, mijo”. Luego me dio unos golpecitos en la espalda. “Pero lo único que no me gusta es la firma, está fea”, agregó.

Yo había empezado a firmar mis cuadros como W. Gualsaquí, entonces le dije: “Pero, mami, Gualsaquí es el apellido de mi padre”. Ella me respondió: “Y el mío es Sasi”.

Regresé nuevamente donde mi papá y él me preguntó cómo me había ido con mi mamá. Le conté que le parecía que mi firma era fea. “Uy, mejor voy a enmarcarte el cuadro”, me dijo.

Un día, cuando estaba en el colegio de Artes de la Universidad Central del Ecuador, en Quito, le comenté al profesor Nilo Yépez lo que me había sucedido en casa, sobre la bonita pelea que habían tenido mis padres: “Mi papá quiere que firme Gualsaquí y mi madre, Sasi”. ¿Qué hago?, le pregunté. El maestro me respondió: “No te hagas problema, mijito. Ni uno ni otro, firma como Whitman”. Desde entonces mis cuadros van firmados de esta manera.

FOTO © 2015 EL TELEGRAFO

Hace algunos años atrás, el licenciado Ramiro Velasco, profesor
de tantas generaciones de estudiantes otavaleños y no otavaleños, me
dijo que mi nombre “Whitman” ya estaba bien posicionado y que en ese
momento podía empezar con mi apellido “Gualsaquí”; que podíamos
 realizar una exposición con mi apellido. Mi respuesta fue un
concluyente no y en ese momento recordé con cariño, ahora que no tengo a
mis padres junto a mí, la pelea amorosa que una vez se dio en casa por
cómo debía firmar en mis cuadros.


Fuente: Rueda, Dorys. «Gualsaquí, Whitman. Como nació mi firma» elmundodelareflexion.com. 19 de octubre de 2019. Web. 17 de junio de 2020.

Dino Lema

Desde pequeño le encantaba dibujar y pintar. En la secundaria utilizaba sus cuadernos para dar rienda suelta a su imaginación. Esto le llevó a tener una experiencia decepcionante con un maestro que rompió sus cuadernos, y junto con ellos, sus sueños. Abandonó su arte por casi una década, pero a los 24 años retomó con fuerza y se dedicó a estudiar el arte y la cultura.

Hoy Dino Lema es un artista plástico del pueblo Kichwa-Otavalo y ha trascendido fronteras. Actualmente está en México con la exposición ‘Kishpi Warmikuna: Yo no soy María’, que significa ‘Mujeres libres’ y aborda el machismo dentro de las culturas indígenas, así como la discriminación en la sociedad.

Con su propuesta pictórica el artista presenta a una nueva y transgresora mujer kichwa-otavaleña, con énfasis en conductas más libres, más rebeldes y más humanas.

Dino pretende dejar de lado los estereotipos moralistas y folklóricos de la cultura indígena y de la sociedad mestiza para mostrar a una mujer más apegada a la realidad cambiante e intentar quitar ese velo prefabricado sobre la indígena.

Son 18 obras que se exhiben en la galería de la Alcaldía de Xochimilco, en México. Con técnicas de grabado sobre cartón-paja y acrílico sobre tela de anaco, el artista plasma problemas sociales, problemas psicológicos y muestra una realidad más cruda del ser humano.

“Me inspira la naturaleza humana, la mente de los individuos. También trato de contar mis sueños y pinto surrealismo”, relata Dino en una entrevista con EL TIEMPO.

Esta muestra forma parte de su proyecto de titulación de la Universidad Técnica del Norte, UTN, en Ibarra; sin embargo, Dino lo considera un trabajo de crítica social.

La investigación y la creación de las 18 pinturas le tomó tres años y medio. ‘Kishpi Warmikuna’ incluye ocho obras en xilografía. Y ‘Yo no soy María’ son 10 obras hechas en anacos. Concebir esta exposición lo llevó a conocerse más como individuo. “Uno de los conflictos más grandes que tuve fue conmigo mismo. Me encontré muchas falencias”, admite.

La exposición ‘Kishpi Warmikuna: Yo no soy María’ inició el pasado 15 de octubre y estará abierta hasta finales de este mes.

David Lema, hermano de Dino y gestor cultural radicado en México, tramitó con la Embajada de Ecuador para llevar a cabo la exposición que forma parte de la ‘Feria de Ciudades Patrimonio’, y Ecuador, como país invitado, cuenta con un pabellón con muestras artesanales, artísticas y gastronómicas. (F)

“La fascinación por el arte la llevamos en la sangre, viene de familia”
Dino Lema es originario de la comunidad de Peguche, de la ciudad de Otavalo, provincia de Imbabura. Nació en julio de 1987. Desde los cinco años tuvo la influencia de su familia en el mundo del arte.

Su tío Segundo y su primo Luis Lema se dedican a la pintura al óleo, acrílico y técnicas mixtas. “Crecí viendo como ellos pintaban en su taller. Eso me llevó a hacer mis primeros dibujos. Esta pasión se fortaleció en la primaria y secundaria, hasta el incidente con un maestro” recuerda. Ahora el artista tiene diversos proyectos. En enero llevará su muestra ‘Kishpi Warmikuna: Yo no soy María’, a la Casa de la Cultura de la Alcaldía de Azcapotzalco, México.

A su retorno al Ecuador, en febrero próximo, analiza llevar a cabo un proyecto para narrar su vida como individuo y como artista, sin dejar de lado su visión de abordar problemáticas sociales. Dino ha expuesto en galerías de ciudades como Ibarra, Otavalo, Cotacachi y Quito. Entre las muestras figuran ‘Awak Runakuna’, ‘Desmoronanse mis pasos’ y ‘Mi pueblo azul es gris’


Fuente: Herembas, Patricia. «Artista lleva a México obras sobre la mujer Kichwa Otavalo». eltiempo.com.ec. 14 de noviembre de 2019. Web. 14 de noviembre de 2019.

Pinceladas de color y solidaridad

El alma solidaria del pintor otavaleño José Bastidas es un legado que reviste su trayectoria de 45 años en las artes plásticas. Ese espíritu caritativo hizo que gane decenas de reconocimientos en el mundo. El último fue la presea Vicente Rocafuerte al mérito cultural como artista, que recibió en la Asamblea Nacional. “Sueño con una caravana cultural que genere recursos que vayan a beneficio de los grupos vulnerables. Lastimosamente me he quedado solo”, dice Bastidas.

En su dilatada trayectoria, suma más de 500 exposiciones colectivas y 200 individuales. La Cancillería constantemente pide su participación para muestras internacionales. Su última participación fue en Egipto y Turquía, en donde donó toda su colección a beneficio de los niños con cáncer.

Bastidas empezó sus primeras pinceladas en la escuela 10 de Agosto de Otavalo. A temprana edad ya participaba en los concursos de dibujo y pintura a nivel provincial. Al ingresar al colegio de Artes Plásticas Daniel Reyes, tuvo que solventarse su educación a través de su afición por el color y las formas.

Ha donado cuadros en varios países. En Bolivia, por ejemplo, su colección fue recibida por el administrador de una de las minas de Potosí y esos recursos fueron destinados a financiar las intervenciones quirúrgicas de un grupo de personas de la comunidad de Tarabuco, en Chuquisaca.

Su obra fue definida por Raúl Pérez Torres como “una cromática angustiosa y a veces violenta que se entrelaza al espacio del cuadro para darle su dimensión precisa, su profunda perspectiva”. Bastidas se cataloga como un pintor del surrealismo contemporáneo que no es tan abstracto al mostrar la paisajística andina.

“El pintor imbabureño se caracteriza por usar colores fuertes, llenos de verde y oscuro, tipo gótico. Así muestro la cultura andina en el mundo”, dice. Eliécer Cárdenas lo describe como un artista que prefiere las tonalidades fuertes, identificadas con la fuerza. Bastidas menciona que la cromática que ha desarrollado le permite un estilo para hablar de lo que se vive en Ecuador, desde lo más cotidiano hasta lo más escondido.

El próximo mayo exhibirá en Moscú y en diciembre expondrá en la galería A3 de Israel con una colección de 36 obras, aunque trabaja en 11 obras más para enviarlas a la muestra.


Fuente: Encalada, Edwin. «El pintor José Bastidas tiene pinceladas de color y solidaridad». elcomercio.com. 18 de abril de 2019. Web. 7 de diciembre de 2019.

Artista Inty Muenala

El artista otavaleño Inty Muenala inauguró su muestra “Puringuicho-Andariego” en la galería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sede Chicago (Estados Unidos) que incluye una serie de pinturas, objetos e instalación, indicó la agencia Andes. El cónsul general de Ecuador en Chicago, Lenin Housse, destacó la trayectoria del artista kichwa residente en Estados Unidos, que se ha convertido en un ícono de las nuevas tendencias contemporáneas del arte.

“Cabe destacar la presencia del arte ecuatoriano en esta importante metrópoli estadounidense, con una muestra de calidad, que complementa las tareas comerciales y políticas de nuestra misión diplomática, hermana a los países”, señaló Housse.

En la muestra, que permanecerá abierta hasta el 28 de junio, retrata la migración que hace más de cien años realizan los otavaleños a otros países del mundo y la forma en la que estas comunidades indígenas han logrado mantener su identidad a pesar de encontrarse lejos del Ecuador.

Los otavaleños son reconocidos en el mundo por su cultura, arte y tradiciones que han sido llevados a varios países.

Fuente: EL UNIVERSO. «Artista Inty Muenala retrata en obras la migración otavaleña». 11 de junio de 2017. Web. 13 de noviembre de 2019.