Desde hace más de 50 años doña Eulalia ha mantenido la tradición de preparar el dulce de higos, actividad gastronómica que la heredó de su suegra, con quien aprendió también a elaborar muchas recetas como los tamales, humitas, empanadas de plátano, colada morada, champus, entre otras. Cuenta que el dulce de higos lo prepara todo el año, porque este producto se lo cosecha en cualquier temporada y no se pierde.
Para Doña Eulalia, dedicarse a esta actividad casi toda su vida, ha significado algo muy importante, con su trabajo pudo sacar adelante a sus hijos dándoles el estudio y una profesión, aunque a su edad ya debería descansar; sin embargo dice que esto es lo que le mantiene activa y con buena salud, porque es una forma de distraerse y estar en contacto con sus clientes. Por no tener un local propio ha estado arrendando en distintos sitios de la ciudad, a pesar de eso su clientela le ha buscado para degustar de su tradicional gastronomía.
Su vida cotidiana empieza desde tempranas horas de la mañana, cuando prepara los higos antes de ser cocinados. Cuenta con sus propios proveedores, quienes le traen los higos de distintas partes de las afueras de la ciudad, la cantidad es por cientos por semana, porque la preparación lo hace pasando un día o dependiendo de la demanda que tenga.
Doña Eulalia comenta que para preparar utiliza una paila de aluminio, donde le alcanza hasta 250 higos, los mismos que los vende con queso y pan. “Se los vendo desde los 50 centavos hasta tres dólares, tengo clientes que me compran para llevarse a otro países; siempre me buscan porque les gusta el sabor y por ser el único lugar donde se puede encontrar este producto fresco y bien preparado como lo hacían nuestros antepasados”, afirma.
Esta tradición se ha ido perdiendo de a poco, en la actualidad existen escasos sitios donde se puede encontrar el dulce de higos, en contados restaurantes se lo sirven como postre acompañados de queso.
Proceso de preparación
El proceso de preparar los higos de dulce dura casi tres días. El primer día se remojan los higos en agua, haciéndoles un corte en cruz en el extremo más delgado, hasta la mitad de la fruta y se los deja en remojo en abundante agua durante toda la noche, colocándoles algún peso encima para que no floten. Luego al segundo día, se los escurre y cocina en agua hirviendo con una pizca de bicarbonato hasta que estén suaves. Al tercer día se corta la panela en bloques y se la hierve en agua hasta que esté disuelta, se cuela el líquido para evitar los residuos y se lo vierte sobre los higos, cocinándolo con canela y clavo de olor hasta que espese.
El dulce de higos es uno de esos postres que representan la esencia de los postres de la gastronomía ecuatoriana: deliciosos y sencillos, perfectos para darle ese toque final a una buena comida.
Fuente: Diario LA HORA. “La tradición de elaborar dulce de higos está en Otavalo”. 9 de junio de 2019. Web. 2 de noviembre de 2019.