Otavalo siempre fue un epicentro cultural que ha aportado, no solo a la construcción de la identidad, sino que ha dado hombres y mujeres de talento en todas las áreas de la cultura que han puesto en alto el nombre del país en el contexto latinoamericana y mundial. Me precio de haber conocido a casi todos los pintores, desde Guillermo Garzón Ubidia y Hugo Cifuentes hasta Germán Pavón, Gustavo Cáceres, Jorge Perugachi, Witman Gualsaquí entre otros, cuya obra se exhibe en importantes galerías del mundo.
Uno de ellos es Marcos Ruales, Premio Nacional de Acuarela, a quien la Casa de la Cultura, núcleo de Imbabura le hizo un merecido homenaje con motivo de las festividades aniversarias de Otavalo. Puedo afirmar que estA vez la CCE-I acertó, pues conozco al artista desde hace más de medio siglo, lo he visto bregar cada día sin excepciones con la técnica más difícil de todas, la acuarela, en la que es uno de los tres mejores exponentes de la plástica ecuatoriana. Marcos Ruales tiene el mérito de haber hecho de Imbabura casi su única temática; ¡no hay rincón de la provincia que no se haya perpetuado en sus maravillosas acuarelas!
Imbabura le debe más que todo, el haber difundido en el mundo la belleza de nuestros paisajes y haberlos capturado en sus acuarelas para la posteridad. Este homenaje, como pocos, es un acierto de la CCE-I, pues aunque tardío, reconoce a uno de los baluartes más importantes de la plástica imbabureña de trascendencia realmente nacional.
Fuente: Ruales, Juan F. “Marco Ruales, merecido homenaje”. elnorte.ec. 4 de noviembre de 2019. Web. 18 de noviembre de 2019.