Armando Jaramillo Miño

Un pase hacia la derecha sorprende a los zagueros, un delantero corre hacia el balón y el arquero sale apresurado con el mismo objetivo. Llegó primero el delantero y sin dudar hizo una maniobra elegante, la única posible: levantó el balón por encima del arquero, el balón dio unos botes y lentamente entró al arco. Corría el año 1977, el arquero era Juan Domingo Pereyra, del Deportivo Cuenca y el veloz delantero era Armando Jaramillo, del Deportivo Quito. Ese gol fue repetido innumerables veces en el programa deportivo de Pancho Moreno y fue elogiado en los periódicos locales por la destreza con la que ejecutada. El nombre de Armando Jaramillo entró en la lista de los grandes jugadores del Campeonato Nacional. 

© Armando Jaramillo Miño.

Presentamos a Edison Armando Jaramillo Miño. El nació el 18 de octubre de 1952 en Otavalo. Fue el mejor egresado de la Escuela Católica “Ulpiano Pérez Quiñones”. Igualmente,  obtuvo el premio a Mejor Egresado en el Colegio Nacional “Otavalo”. En Quito, estudió en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central del Ecuador,  de la cual egresó en 1976 como mejor egresado. Le fue otorgado el título de Arquitecto en 1978. 

Está casado con Margoth Chávez con quien ha procreado cuatro hijos: Edison Santiago, Johann Martín, Diego Sebastián y Ana Belén. Su familia ha sido bendecida con la llegada de siete nietos: José Ignacio, Ayad Benjamín, Teo André, Felipe Sebastián, Diego Nicolás, Esteban Alejandro y Luisana. 

Foto © Armando Jaramillo Miño.

Inicios en el fútbol
Rememora que “de muchacho jugaba fútbol todo el día. Copacabana, mi barrio, la calle, la cancha que luego se hizo mercado. Frecuentaba el barrio de mi abuela y alguna vez jugué un campeonato barrial con la camiseta de San Blas. Jugaba de 8, después fui a mi barrio, donde jugué de 8 y de 10. Ahí me consagré campeón junto a Hugo “Negro” Ruales, los hermanos Arellano, los hermanos Trujillo, Ángel Proaño, Rodrigo Mora”.

Fue campeón en los campeonatos Inter-Parroquiales con la selección de Eugenio Espejo, pues su familia originalmente proviene de ahí. Debutó a los 14 años y recuerda a grandes jugadores como Luis “Indio” Echeverría, su hermano Marco, su tío Mario Miño, su primo Washington “Katio” Méndez, Valencia, los hermanos Armas, Efrén Valenzuela. Por su edad, Armando era el “guagua” de la selección. Con ellos ganó un un bi-campeonato.

Luego jugó en el Club Deportivo Quito, de Otavalo, pasó al club Atabaliba donde obtuvo el Penta campeonato desde 1968 a 1972. Ahí encontró a Raúl “Guagua”Rosales, Hugo “Mama” Villa, Alfredo “Loco” Avilés, Luis “Indio” Echeverría, Washington “Katio” Méndez, Rodrigo Orbe. 

Comparando las épocas, dice que “antes jugábamo siempre pensando en el arco contrario. En la acualidad se suelta un solo hombre en punta y en 30 minutos todavía no se llega al arco. Desgraciadamente, parece que se perdió esa idea”.

Jugó en la Selección de Otavalo y por dos años jugó en el equipo DYNACOR donde fue campeón con Ruales, Bolaños, Sixto Ruíz, Pintado, Jiménez, Tehanga, Bolívar Ruiz. Luego, pasó al equipo Riverton.

Club Riverton Campeón 1981. Categoría Senior.
Parados de izquierda a derecha: Manuel Almeida, Edmundo Aguilar, José Garzón, José Negrete, Hugo Ruiz, Vinicio Bolaños, Gustavo Iza, Patricio Zaldumbide, René (cuico) Guerra, Armando Jaramillo.
Agachados: Cáceres, Patricio Villa, Marcelo (loco) Puente, David Garzón, Fabián Chiliquinga, Marcelo Meza, Edison Zaldumbide, Cosme Negrete.
Foto © Jorge Martínez Andrade

En el Riverton jugó fútbol hasta 1986, fue jugador de básquet hasta 1988 y ejerció de DT de básquet hasta 1996. Considera el año 1996 el retiro defintivo de todas las actividades deportivas.

A nivel menos competitivo ha continuado jugando para JNB-BEV (Junta Nacional de Vivienda y Banco Ecuatoriano de la Vivienda) y ha logrado algunos campeonatos inter-bancarios e inter-institucionales en Quito. Hacía de DT, Perdomo Véliz Jare, ex seleccionado ecuatoriano y gloria del Club El Nacional. Armando Jaramillo también ha sido múltiple veces campeón con equipos de profesionales de la arquitectura hasta un poco antes que se inicie la pandemia Covid-19.

Partidos memorables
Si bien todos los partidos son especiales, recuerda algunos de ellos con particular afecto: su debut a los 15 años con la selección de Otavalo frente al club El Nacional; ése equipo era el  campeón del fútbol de Pichincha y la selección perdió 2-1. Luego, jugando para el Atabaliba, recuerda un partido contra el Magallanes de Chile, perdió 4-1. Igualmente, recuerda una final ganada por el Riverton al San Sebastián en 1986. 

Ingreso al fútbol profesional
En 1970 la Universidad Central del Ecuador estaba clausurada por el Presidente Velasco Ibarra. En 1971 se reabrieron las aulas y Armando ingresó a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. El pensum de estudios exigía aprobar una materia en cultura física y Armando escogió, naturalmente, fútbol, sin imaginar la sorpresa que le depararía la vida. 

El encargado de la materia era Raúl “Capacho” Jiménez, ex-arquero de LDU en los años 50 y 60. A la par de las clases, su misión era reclutar prospectos para LDU amateur que participaba en los torneos provinciales de ascenso a profesional.

En el Campeonato inter-facultades, los dos primeros años (1971-1972) la Facultad de Arquitectura disputó la final y a pesar de tener un gran equipo compuesto por Hernán Vaca, Carlos Ríos, Bosco Merino, el arquero Unda, no campeonaron. Perdieron contra la Facultad de Medicina que tenía en sus filas a Fernando Villena, quien fue miembro de la Selección del Ecuador.

En 1973 entrenó e hizo la pretemporada con el equipo de Universidad Católica, pues su primo, Washington Méndez, era parte de la plantilla de ese equipo bajo la dirección de Alberto Spencer, que iba a jugar su primera Copa Libertadores. Además de “Katio” Méndez, en la Universidad Católica jugaban Enrique Portilla, Frisco Cajape, Fausto Carrera, Tito Larrea, Ricardo Romera.

En los años 1973 y 1974, en los torneos de verano, el equipo DYNACOR se reforzó con el aporte del “Flaco” Pintado, “Capacho” Jiménez e incluso Bolívar Ruiz, quien venía desde el Instituto nacional Mejía. En la final del año 1974, Raúl Jiménez los dirigió desde el banco y quedaron campeones. Armando Jaramillo ya era observado por Raúl Jiménez.

La Selección de Pichincha
El profesor Jiménez le convocó a jugar en la Selección de Pichincha, un poderoso equipo que daba cuenta de cuanto equipo extranjero venía a jugar en el Estadio Olímpico “Atahualpa”. Jugar en aquel estadio que muchas veces soñó de niño, era una sensación inédita. Recuerda que en los años 60 “mi padre me llevaba a mirar los partidos internacionales de Santos de Pelé o al Peñarol de Spencer y a tantos otros equipos que quedaron grabados en la aretina de mis ojos y en el recuerdo de mi memoria. También me llevaba a ver partidos del campeonato nacional en los inicios de la era profesional”.

Foto © Armando Jaramillo Miño.
La Selección de Pichincha 1975.

En el año 1975 participó en el Torneo Nacional de Selecciones Provinciales y llegaron a la final. Perdieron 2-1 contra la Selección de Guayas que tenía en sus filas a Nicolás Ascencio y Lupo Quiñonez, quienes marcaron los goles.  Tres años más tarde, Lupo fue seleccionado nacional para la Copa América y las Eliminatorias para el Mundial 1978 en Argentina. 

Deportivo Quito
Raúl “Capacho” Jiménez fue designado DT del Deportivo Quito y llevó a algunos de sus pupilos a este equipo, entre ellos, Armando Jaramillo. Se estaba dando un cambio generacional en los equipos que habían sido campeones Nacionales del Ecuador en 1968 (en 1967 fue Nacional y en 1969 LDU).

Foto © Armando Jaramillo Miño.
Sociedad Deportivo Quito.

En 1976, fue inscrito en el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol con el Nº 25 junto con  sus  compañeros Luis Corrales, Galo Molina, Fernando Erazo y Ramiro Sisalema.

Primera categoría del fútbol nacional
Los comienzos fueron duros para el Deportivo Quito, el DT Jiménez duró apenas seis meses. Para Armando fue igual de complejo adaptarse a cada esquema táctico que querían los entrenadores. Jugó 5 años en el profesionalismo, y tuvo propuestas del S. D. Aucas y  Universidad Católica.

Un resumen de su trayectoria: 
Año 1975, Selección de Pichincha, 6 goles.
Año 1976, Deportivo Quito, 14 goles. Vistió la camiseta No. 25. 
Año 1977, Deportivo Quito, 10 goles. Vistió la camiseta No. 9.
Año 1978, Deportivo Quito, 3 goles. Vistió la camiseta No. Nº19.
Año 1979, Deportivo Quito, vistió la camiseta No. 19.

Foto © Armando Jaramillo Miño.
Cuclillas, primero desde la izquierda. Sociedad Deportivo Quito.

Mejor Novato del Torneo Nacional
Considera que el año 1976 fue su mejor año pues la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha, le consideró como el Mejor Novato, por delante de José Villafuerte (El Nacional) y Carlos Corella (Universidad Católica). Ese año, Carlos Ron (El Nacional) fue elegido el mejor deportista del año. Vinicio Ron fue escogido como el mejor futbolista, Wilson Nieves (El Nacional) se llevó el trofeo al mejor ecuatoriano y Mario Rubén Quiroga fue galardonado como el mejor extranjero.

Foto © Armando Jaramillo Miño.
Armando Jaramillo está parado, cuarto desde la izquierda.

Curiosamente, en sus inicios jugaba de armador o puntero derecho, pero en 1976, el centro delantero Ademar “Gringo” Benítez fue suspendido con un año calendario y Armando fue llamado a ocupar ese puesto. Lo hizo tan bien que terminó como el goleador del equipo.

Foto © Armando Jaramillo Miño.
Cuclillas, cuarto desde la izquierda.

En 1977, su misión de goleador fue cambiada pues su puesto natural era jugar como 8 (volante creativo) o 10 (armador). Ángel “Negro” Marín fue contratado como centro delantero y Armando Jaramillo pasó a jugar como doble punta y abastecedor por la derecha. El resultado: Angel Marín resultó ser el goleador del campeonato  junto a Fabián Paz y Miño con 27 goles. 

Foto © Armando Jaramillo Miño.
De izquierda a derecha. Parados: Gómez, Jaramillo y Paredes.
Cuclillas: Baldeón, Alcócer y Orlando.

Está muy agradecido de los entrenadores que lo guiaron: Raúl Jiménez, Antonio D’ Accorso, Juan Ruales, Ricardo Pegnotti, «El Toscano» Alberto Rendo, Ernesto Guerra, Miguel Ignomiriello, Alberto Spencer, Héctor Morales. Dice: “de todos aprendí mucho de tácticas, sistemas de fútbol y enseñanzas acerca de la vida”.

Memorias del fútbol
A más del gol descrito al comienzo de la reseña, hay otro gol que recuerda por las circunstancias en las que fue conseguido. Era un partido en el Estadio “Bellavista” de Ambato frente al Técnico Ubiversitario. El Deportivo Quito construía buenos ataques pero al frente tenían a un formidable arquero, Ramón Sousa Duarte, que tapaba cualquier intento de gol. Pese a todos los intentos, el arco parecía cerrado, hasta que Armando Jaramillo probó un tiro de media distancia, fuera del área. El balón se coló por un ángulo difícil de alcanzar para el buen portero argentino. Ese gol le dio el triunfo al equipo capitalino. 

Un partido que siempre recuerda Armando es aquel contra el Barcelona de Guayaquil, que no pudo pasar del empate 1-1 contra Deportivo Quito, a pesar que hubo un expulsado en el equipo quiteño. Luego, el partido último para ascender a la serie A que ganó 1-0 al Olmedo en el Estadio Olímpico de Riobamba. Otro, el partido donde se decidía la permanencia en la serie A contra el Deportivo Cuenca, fue ganado angustiosamente por el Deportivo Quito 2-1. Los goles quiteños fueron conseguidos por Armando Jaramillo y Pablo Paredes.

Tres otavaleños en el fútbol profesional
En su período como futbolista profesional, coincidió con otros dos otavaleños: Carlos Andrade, que jugaba para el América de Quito y, Washington Méndez, que  jugaba para el equipo Universidad Católica. 

Foto © Armando Jaramillo Miño.
Los primos, Armando Jaramillo (D. Quito) y Washington «Katio» Méndez (U. Católica)

Después del fútbol
Entre 1976 y 1980 trabajó en el Ministerio de Salud Pública, en el Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias (IEOS) en la división de hospitales. Se siente satisfecho de haber participado en la remodelación del Hospital San Luis de Otavalo y haber fiscalizado el Hospital del Niño de Guayaquil.

Foto © Armando Jaramillo Miño.

Entre 1980 y 2000 fue Constructor y Fiscalizador de alrededor de 10.000 soluciones habitacionales en la ciudad de Quito y Ambato en los programas de vivienda Carcelén, Solanda, Bretaña, Quitumbe, Turubamba, Calderón, Carapungo, Simón Bolívar, Miñarica, Los Laureles, estos 3 últimos en Ambato. Además de unas 3.000 viviendas en el área rural en el terremoto de Pisulí en 1997, con la JNV y el Ministerio de la Vivienda.

Desde 1976 hasta la fecha 2021 ejerce su actividad profesional en forma privada en edificaciones de vivienda particulares, Centro Comercial Quitus, Mercado Mayorista de Santo Domingo y varios conjuntos habitacionales.

En la actualidad. © Armando Jaramillo Miño.

Cómo mirar la vida
“El fútbol me ha llevado a conocer todo el país y me dio muchos amigos. Sin embargo, mi actividad profesional me ha llevado a conocer todo el mundo por lo que aconsejo la práctica del deporte conjuntamente con una profesión. La actividad deportiva dura unos pocos años, quizás 5 o 10 años máximo, si no hubo una lesión grande; en cambio la profesión es para toda la vida”.

Armando Jaramillo es una persona multifacética, además del fútbol, ha practicado otros deportes como atletismo, básquet, natación (tiene dos travesías al Lago San Pablo en su cuenta), ciclismo, ecuavoley, ping pong y ajedrez. Ha visitado todos los países de Sudamérica. Ha estado en Estados Unidos, Egipto, Jordania, Israel, Alemania y 10 países de Europa. En Asia ha conocido Singapur, Malasia, Tailandia. Proyectos futuros incluyen visitas a Japón, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y la India.

Reconocimientos
Su trayectoria deportiva ha sido reconocida por el Ilustre Concejo Municipal de Otavalo y otras instituciones. En 2019 obtuvo la Condecoración al Mérito Deportivo conferido por la Fundación Gonzalo Rubio Orbe.

Finalmente
La vida del futbolista profesional es efímera. Un delantero necesita tener calma para buscar el momento justo para dar el golpe letal. Requiere precisión en los pases, es vital tener velocidad y disponer de mucha creatividad para dirigir el balón al sitio deseado en el momento exacto. Armando Jaramillo, tenía el biotipo para jugar en la delantera y lo demostró en las temporadas que jugó profesionalmente. Admiramos su temple para mantener su nivel en un sistema muy competitivo. Nos place sobremanera presentarlo como ejemplo para las generaciones venideras; de su trayectoria se puede aprender mucho. Tomamos sus palabras de un discurso de agradecimiento para cerrar esta reseña:

“Tengo el deseo ferviente porque este tipo de reconocimiento sea compartido con toda la colectividad otavaleña, no solo para mí, sino también para el engrandecimiento de nuestro terruño”.


Fuente: Jaramillo Miño, Armando. Comunicación personal, 1 de agosto de 2021.