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Hace ya tres cuartos de siglo más una década

Posted on 2023-12-082025-04-16 by L. Hdez

𝗛𝗔𝗖𝗘 𝗬𝗔 𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗖𝗨𝗔𝗥𝗧𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗦𝗜𝗚𝗟𝗢 𝗠𝗔́𝗦 𝗨𝗡𝗔 𝗗𝗘́𝗖𝗔𝗗𝗔
𝐸𝘴𝑐𝘳𝑖𝘵𝑜 𝑝𝘰𝑟 𝐽𝑎𝑖𝑚𝑒 𝑁𝑢́𝑛̃𝑒𝑧 𝐺𝑎𝑟𝑐𝑒́𝑠

“𝘈𝘳𝘵𝘦𝘴𝘢𝘯𝘰 / 𝘛𝘦𝘫𝘦𝘥𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘪𝘭𝘶𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 / 𝘏𝘪𝘭𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘦𝘯̃𝘰𝘴 / 𝘗𝘪𝘯𝘵𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘢𝘳𝘤𝘰 𝘪𝘳𝘪𝘴 / 𝘖𝘳𝘧𝘦𝘣𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘶𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰 / 𝘌𝘴𝘤𝘶𝘭𝘵𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘵𝘦𝘴𝘰𝘳𝘰𝘴 / 𝘌𝘣𝘢𝘯𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 / 𝘊𝘰𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘵𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘢𝘭𝘮𝘢𝘴 / 𝘊𝘢𝘳𝘱𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰𝘴 / 𝘈𝘳𝘵𝘦𝘴𝘢𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 / 𝘎𝘦𝘯𝘪𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘢𝘥𝘰𝘳”

Por aquellos años, la “grande manta que cobija a todos” era un poblado apacible, de tradiciones supuestamente irrebatibles, donde todo el vecindario acostumbraba intercambiar la salutación sincera y espontánea, al transitar por esas calles, otrora, encantadoramente solariegas, revestidas de un empedrado ya proscrito. Ciudad cuya fisonomía tradicional ha fenecido en nombre del progreso, instrumento que de manera inconsciente, rebatió aquel encanto pretérito. Extendida sobre plácida campiña, desde el puente de San Sebastián por abajo hasta la morada de las cruces por arriba, haciendo cruz con el “baño amarillo” al poniente y la estación del tren en el oriente; “santificada” por las procesiones consuetudinarias y los rezos repetitivos de las beatas que en actitud conservadora, amontonaban golpes de pecho rezongando padrenuestros, avemarías y glorias, mientras la brisa matinal acariciaba campanarios, tejados, lomeríos, arroyos y cocoteros que mecían acompasadamente sus palmeras.

Cuán fácil fue percibir en aquel entonces, el canto de los gallos madrugones y la polifonía de sonidos alejados, resumidos en el quejido de pesados tablones heridos por la sierra implacable, los afanosos golpeteos que sobre el yunque modelaban al hierro candente, las campanadas que indicaban a los guambras escueleros la iniciación de clases o el fin del recreo. Tiempos “idos y no volvidos”, cuando una vez concluida la etapa escolar, muchos tenían que buscar un oficio para dar comienzo a otro ciclo, definitivo y de realización personal, que demandaba responsabilidades tempranas: el de la “universidad de la vida”, lapso forjador de hombres íntegros, cuya personalidad se alimentó de un aprendizaje consciente, bajo el apoyo tutelar de sus mentores, quienes al imponer puntualidad y disciplina en sus discípulos, trazaban la senda de una rectitud perdurable.

Plumilla © Guillermo Castro Chávez.

Este constituyó el escenario esencial, donde adquiría vida la figura del artesanado otavaleño, entre hilvanadas a golpe de aguja e hilos multicolores, cortes de suelas y cueros que respaldarían pasos firmes, resoplar de fuelles hasta avivar el fuego de infiernos minúsculos, brochazos cadenciosos para dar color a pálidas fachadas, serruchadas rectilíneas antes de emparejar maderas o un hábil maniobrar de formones, y gubias durante la sublime tarea de tallarlas. Accionar meritorio que arrimando el hombro, favorecía al desarrollo del lar querido, señalando la transición a una existencia provechosa de trabajo y sacrificio, para una vez finalizada y con el íntimo gozo del deber cumplido… tornar a la tierra ancestral.

Con seguridad, este ha sido el derrotero por donde durante 85 largos años y a partir de un 14 de septiembre de 1938, avanza la Asociación Interprofesional de Artesanos “Paz y Trabajo”, constituyéndose por el empeño y para orgullo de sus afiliados, en la primera asociación artesanal que contribuye de manera incuestionable, al desarrollo socio-económico de nuestro Otavalo.

En la memoria, permanece indeleble el recuerdo de la etapa inicial del grupo, cuando sus iniciadores (artesanos hechos y derechos), Isaac Alvarado, Demetrio Mena, Antonio Sánchez y Enrique Proaño entre otros, decidieron nominar al gremio naciente como “Centro Católico Paz y Trabajo” conforme sus convicciones religiosas, entidad que una vez consolidada, concibió el objetivo prioritario de servir a la colectividad. El expendio de cajas mortuorias en su primer local ubicado frente a la iglesia de San Francisco (casa de la familia Acosta), constituyó el prólogo de una larga historia de servicio, respaldada por la habilidad, el ingenio y la experiencia de carpinteros, sastres, mecánicos, modistas, zapateros, etc. Como olvidar las participaciones de este organismo en los desfiles cívicos de antaño, donde con el gesto marcial que la ocasión exigía, Don Demetrio Mena marcaba el compás, demandando la gallardía de los afiliados. Desde entonces, cuántas lluvias habrán mojado nuestras calles y fecundizado el devenir de esta comarca que por siempre estará de pie.

A no dudar, este gremio ha desempeñado un rol importante. A pesar de que la humanidad ya superó la época industrial para seguir creciendo junto al fenómeno informático, en este mundo conflictivo, la manufactura permanecerá vigente. Desde el interior de cada uno de sus socios, seguirán fluyendo las faenas cotidianas, hasta llegar a la instancia final del acabado perfecto y una satisfacción íntima.

Mi saludo reverente, permanente y de admiración a la Asociación Interprofesional de Artesanos Paz y Trabajo, en sus bodas de mármol.

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Autor: Núnez Garcés, Jaime. Comunicación personal, 6 de diciembre de 2023. Plumilla © Guillermo Castro Chávez.

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