Músicos kichwas imbabureños junto a marimberos esmeraldeños ejecutaron una muestra de la herencia melódica e identitaria de los pueblos originarios del Ecuador, la noche de este jueves en el Teatro Lía del Complejo Cultural Fabrica Imbabura, en Antonio Ante y con la asistencia de un público diverso de cerca de 500 personas.
El recital exhibido fue la versión 2019 de ‘Juyungo Ecuatoriales’, una obra maestra presentada en 1991 en el Festival de Lille, Francia, por el etnomusicólogo francés Chopin Thermes y la partipación de músicos afrodescendientes como Papá Roncón, Lindberg Valencia, Rosa Huila, el grupo Ñanda Mañachi de los hermanos Pichamba y los interpretes Pablo Valarezo, el colombiano Juan Luis Restrepo y el peruano Raúl García.
Pronto a cumplirse las tres décadas de su creación, Juyungo volvió a retumbar en vivo con genuinos ritmos afros y vientos andinos fusionados a través de la marimba, el bombo, el cununu, el guasá, las flautas, el violín, el arpa, la zampoña, la guitarra y el bandolín.
Los asistentes a esta experiencia única atestiguaron vertientes distintas y casi contrapuestas de la música ancestral del Ecuador, producto de una investigación iniciada hace más de 50 años por Thermes, un pasionado de la música latinoamericana, asentado en Imbabura desde hace mucho.
Durante dos horas, el repertorio fue revitalizado por doce experimentados músicos herederos de la tradición y en diálogo de 19 canciones en la que se destacan: Torbellino, Jahuapamba, Andarele, Llacta Pura, entre otros. Este ensamble musical cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura y Patrimonio para su circulación por varias ciudades y en acompañamiento de las mejores orquestas sinfónicas del país, así lo informó el viceministro Gabriel Cisneros, al tiempo que destacó la labor de juntar legados de dos regiones sobre un mismo escenario y evidenció las políticas y acciones que el Gobierno Nacional realiza en el contexto de El Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
Mientras Thermes, señaló que Juyungo – que en idioma chachi significa mono, animal venerado por la cultura precolombina La Tolita-Tumaco y nombre que inspiró a la novela de la negritud del escritor Adalberto Ortiz- es la herencia de lejanas épocas, de emisarios, viajeros y chamanes que vinieron de todas partes y vivieron en este territorio costero y andino y que tuvieron la sabiduría de legar a otras civilizaciones la herencia recibida.
Al cerrar el evento, el marimbero Jackson Ayoví exclamó que la música es un lenguaje universal y tanto para afroecuatorianos como indígenas ha sido sinónimo de reinvindicación y libertad.
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Fuente: “El recital musical y sonoro ‘Juyungo’ volvió a escucharse tras 28 años con una renovada versión”. culturaypatrimonio.gob.ec. Ministerio de Cultura y Patrimonio, 15 de marzo de 2019. Web. 5 de agosto de 2021.