Una voz dulce se desprende de Dorys Rueda mientras narra su niñez en la ciudad de Otavalo. Con nostalgia recuerda que su querida ciudad fue la cuna donde se inició en la lectura. Sus padres Ángel Rueda, otavaleño y su madre María Angelita Rodríguez, quiteña, llenaron su mundo infantil con leyendas de las dos ciudades, algo que marcó la vida de Dorys, quien actualmente, reside en Quito.
Foto © 2024 Diario EL NORTE.
Sus estudios primarios los cursó en la tradicional Escuela Gabriela Mistral. Al terminar la primaria, un duro cambio soporta la escritora, pues sus padres deciden enviarla a Quito para que curse la secundaria en la el Colegio Nuestra Madre de la Merced, que para aquella época era un internado.
A pesar de la distancia, Dorys atesoraba en su corazón las calles, casas, gente y paisajes de su querido Valle del Amanecer. Este sentir se resume en una frase “Nunca me fui de Otavalo”.
Sus primeras lecturas, inculcadas por sus padres, fueron del género de misterio. Siempre escribió, desde muy niña las letras esclarecieron su mundo y las palabras le dieron sentido. Su libro imprescindible es el Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.
Los estudios universitarios y de postgrado los realizó en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Universidad Técnica Particular de Loja y Flacso, sede argentina.
Es investigadora y docente. Tiene una licenciatura en Letras y Castellano, una maestría en Literatura Ecuatoriana e Hispanoamericana, una maestría en Literatura Infantil y Juvenil, un diplomado en Currículum y una especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto. Rueda fue profesora durante 19 años en el Colegio Los Pinos, de la ciudad de Quito, en el área de Lengua y Literatura.
Fue correctora internacional, para la Organización del Bachillerato Internacional (Cardiff, Inglaterra), por 10 años. Fue maestra de lectura comprensiva en la PUCE, por 9 años y hoy continúa como maestra de Lenguaje del Seminario Mayor San José de Quito, desde hace 10 años.
“El Mundo de la Reflexión” es el proyecto digital que desarrolla Dorys junto a su esposo Héctor Cinesros. La escritora comentó que vio la necesidad de crear una plataforma donde los estudiantes puedan encontrar información real sobre literatura.
“El objetivo fue y sigue siendo incentivar la lectura y la escritura, difundir la narratología oral del Ecuador y recoger reflexiones de alumnos y maestros sobre temas diversos”, comentó Rueda.
El sitio fue creado sin fines de lucro, cuenta con tres millones de visitas. “Es una plataforma cultural, literaria y educativa, sin fines de lucro, que próximamente cumplir 11 años”, dijo.
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Fuente: “Nunca me fui de Otavalo”. Diario EL NORTE, 21 de enero de 2024. elnorte.ec. Consultado el 21 de enero de 2024.