Edición 25 de Pawkar Peguche Tío

El retorno a Peguche (Otavalo) de varios compatriotas que migraron a Europa o a EE.UU. motivó a realizar una fiesta que convocara a todos los viajeros, familiares y vecinos. Al inicio, la celebración fue solo deportiva y se denominó El Mundialito Indígena. Así, en 1995, nació la idea del Pawkar Raymi Peguche Tio, que en este mes de febrero del 2020 cumple su edición número 25. Esta celebración es una conmemoración a la época del florecimiento -según la cosmovisión andina- y al reencuentro.

Las actividades ya no son solo deportivas, como en un inicio, y coinciden con el Carnaval. Carlos Ruiz, presidente del Pawkar Raymi Peguche Tio 2020, cuenta que la fiesta empezó solo con el apoyo de un grupo de personas, pero actualmente tiene el respaldo de las autoridades locales y es considerada un ícono festivo de la Sierra Norte. “Para nosotros es muy importante, porque es el tiempo de agradecimiento a la Madre Tierra, que da sus primeros frutos y flores. Aprovechamos eso y el que miles de compatriotas retornan para estar con la familia”, indica Ruiz.

El reencuentro de vecinos quienes migraron a diferentes países incidió al principio en la formación de equipos de fútbol, cuyo propósito era conseguir la anhelada Alpargata de Oro o la ‘Copa del mundo’. Este último premio, recuerda Ruiz, fue traído por los mismos migrantes, quienes consiguieron en sus viajes una pequeña réplica de la famosa copa de oro del Mundial de Fútbol. “Luego fue la Alpargata de Oro, como algo representativo de la comunidad que se puso como el premio mayor”. Los equipos se formaron al inicio solo con quienes migraban. Luego, en cada año, se fueron sumando los comuneros, vecinos y otros visitantes. “Es por la unidad de la familia que también hacemos la celebración, porque no es solo una fiesta de los otavaleños”.

En los últimos años, agregó Ruiz, han recibido la visita de otros comuneros de Carchi, del Austro y Pichincha. ​ La agenda por los 25 años del Pawkar Raymi se inicia con un programa especial previsto para el 15 de febrero próximo, en la Plaza Cultural de Peguche, en el cantón Otavalo. Este encuentro artístico es parte de las vísperas de la festividad e incluye presentación de pirotecnia, juegos populares y de una banda de pueblo. La programación artística incluye además conciertos con artistas locales e internacionales, como los Kjarkas, quienes estarán en el Complejo Cultural de Peguche el 22 de febrero a partir de las 20:00.

El Pawkar Raymi además incluye actividades tradicionales, como una ceremonia de agradecimiento que se realiza, como cada año, en una vertiente natural considerada sagrada para la comunidad de Peguche. Esta actividad se cumplirá el martes 25 de febrero del 2020 y la presiden las mujeres. Para este año, los organizadores de este encuentro esperan contar con la presencia de al menos 120 000 personas a los diferentes programas culturales y deportivos.

Aunque en esta ocasión se incluyen nuevas disciplinas, el campeonato de fútbol se mantiene como la actividad principal. Para ese fin se espera la participación de 16 equipos quienes entran en la disputa del Trofeo Pawkar y premios como dinero en efectivo. “Con el tiempo hemos cambiado varias cosas. Ahora tenemos el respaldo de la Junta Parroquial Miguel Egas (donde está Peguche), la Prefectura de Imbabura y el Municipio. Ahora todos son parte de la celebración”, indica Ruiz.

Medina, Andrea, «El Pawkar Peguche, en Otavalo, cumplirá su edución 25». elcomercio.ec. 5 de febrero de 2020. Web. 7 de febrero de 2020.

Peguche, un espacio mágico

Son aproximadamente 42 hectáreas el área total que comprende el bosque protector de Peguche. El lugar se encuentra ubicado a tres kilómetros de la cabecera cantonal de Otavalo. El espacio, hace más de 10 años, fue renovado y todos los días recibe a personas que desean conocer la zona, que posee atractivos más allá de los espacios naturales.

Desde hace centenares de años la cascada emerge por afluentes aledaños para mostrar su imponente caída cerca a Otavalo, con aproximadamente 30 metros hasta la  superficie.

Antes de llegar al lugar de desembocadura de la cascada, todas las personas hacen una caminata de menos de un kilómetro desde su entrada principal. El acceso al lugar turístico es totalmente gratuito. Basta con registrase en un libro de visitas, ubicar su nombre, edad y lugar desde donde llega. Luego empieza el recorrido especial.
 

Calendario solar. En un área hacia el costado oriental, casi al iniciar el recorrido, con piedras y adobe se encuentra elaborado el calendario solar antiguo, que era utilizado por los pueblos aborígenes.

Desde ese lugar, los comuneros determinaban el tiempo a partir de la posición del sol y la luna. Los pilares dispuestos de tal manera en forma de círculo se establecen como cada mes, señalando uno de ellos por dónde salía el sol y por dónde se ponía. Con eso se anunciaban las fiestas y los tiempos de sembrar y cosechar.

El espacio es visitado y las personas pueden ingresar para conocer su estructura y las figuras sobre los paredones a base de rocas.
 

Recorrido por senderos. El trayecto continúa. Un angosto camino de piedra conduce a varias áreas distribuidas para el deleite del público. La mayoría de personas que se registran son nacionales, con un 80%. El 20% restante es del exterior.

“El aporte local, nacional, se evidencia que se masifica más que los turistas internacionales”, detalló Cristian Gualsaquí, presidente de la comunidad Faccha Llacta, donde se encuentra el bosque protector.

Por la temporada de carnaval, los dirigentes y la comunidad en general mantienen una vigilancia progresiva para que no existan atentados en las inmediaciones de la naturaleza.

Se mencionó que regularmente los visitantes por el feriado llegan con gran cantidad de envases de espuma, colorantes, anilina, químicos que perjudican al ambiente y son nocivos para que se contamine el área, que incluso en ocasiones pueden provocar incendios.

Por esas causas esperan que los visitantes tomen conciencia y eviten ingresar con esos artículos.

De acuerdo con Gualsaquí, la zona acoge a varias especies de animales silvestres (20) que emigran de otros territorios, como el viracchuro, pájaro carpintero, colibrí, un pájaro similar al papagayo de color azul, tórtolas… Ellos también se ven atentados por la utilización de esos insumos.

La presencia de los propios habitantes para impulsar el turismo nace desde los años 80. Ellos hicieron la compra directa de los terrenos a los propietarios de ese entonces, incluido los árboles.

Hubo un período en que por gestiones políticas la municipalidad se apropió del sitio, pero en 1997, entre un convenio con la comunidad y el Ministerio del Ambiente, volvió a ser administrado por la misma población. 

Los grupos, por auto financiamiento, readecuaron el sitio, ordenaron varias áreas para que los visitantes se sientan a gustos en el lugar. Se hizo conocer que ninguna organización, institución pública o privada, incluso internacional, apoya para el desarrollo del bosque.

Los fines de semana existe más afluencia de visitantes. En los feriados, en especial por carnaval, llegan a un estimado de 10.000 turistas.

Los senderos, que fueron adecuados por la comunidad, son lo que direccionan hacia cada lugar que existe en la zona.

La cascada. El atractivo principal sin duda es la cascada. Al llegar allí, los visitantes muestran un semblante de conquista natural. De inmediato las fotografías no se hacen esperar. Para llegar a acercarse al afluente se debe cruzar un puente rústico a base de madera. De esa forma se alcanza al objetivo.

La fuerza de la caída de agua, el viento, hace que nazca una mezcla de brisa que poco a poco hace que las personas se mojen ligeramente, lo que se considera uno de los fenómenos más bellos del ecosistema.

Los momentos son mágicos. En ese mismo sector también se promueve otros emprendimientos. Existe preparación de comidas típicas. En un llano están algunos animales como las llamas, que son un atractivo.

Para volver al inicio de la travesía, otro puente colgante de más de 10 metros de longitud es el paso circundante para decenas de personas que hacen el recorrido, tras la vista a la cascada.


Fuente: «Peguche, un espacio mágico en las cercanías de la ciudad». lahora.com.ec. 28 de febrero de 2019. Web. 3 de enero de 2019.

Cerveza artesanal de Peguche

Desde hace aproximadamente un año, tres jóvenes kichwas, oriundos de la comunidad de Peguche, decidieron sacar al mercado una cerveza artesanal que lleva el nombre de este mismo sector.

En la actualidad esta microempresa ha ido creciendo, logrando la acogida de los consumidores tanto en el cantón Otavalo como en la provincia, siendo uno de los objetivos llegar a comercializarla a nivel de todo el país.

Los inicios. Hace tres años, Fabián, David y Segundo, jóvenes nacidos en la comunidad de Peguche, tuvieron el interés de elaborar cerveza artesanal, como una nueva forma de emprendimiento, la misma que pueda generar recursos económicos para sus familias.

La iniciativa estaba tomada, los tres socios decidieron buscar las instalaciones que servirían como un laboratorio para la preparación y distribución de la cerveza. Al principio se les dificultó por el trámite de conseguir el registro sanitario y los respectivos permisos.

Fabián Maldonado, como representante de esta sociedad, menciona que con el pasar del tiempo ahora son ocho las familias que se benefician con esta microempresa.

“Para tener conocimiento de cómo elaborar la cerveza artesanal, tuvimos que asistir a un curso en la ciudad de Quito, en donde nos instruyeron en la forma como se debe preparar los diferentes tipos de cerveza y sus distintas innovaciones”, comenta Maldonado.

Producción. Para producir la cerveza artesanal se utiliza como materia prima tres insumos, como es la cebada malta, lúpulo y la levadura, los mismos que son importados desde Europa, Estados Unidos, Argentina y Chile, lo que obliga a que el costo del producto sea un poco más alto.

Con respecto a la maquinaria que se ocupa para este emprendimiento, se tuvo que copiar los modelos para poder fabricarlos en el país.  

Proceso artesanal. Como primer paso se muele la malta, para luego pasar por un proceso denominado maceración, en agua caliente, sin llegar a hervir, con una temperatura moderada hasta que vaya expulsando los azúcares, colores y proteínas, para con el líquido llamado mosto agregar hierbas aromáticas, y luego está listo para la cocción.

Posteriormente pasa al enfriamiento, donde se añade la levadura, encargada de convertir el mosto en cerveza, y consecutivamente ingresa a los fermentadores donde se mantendrán de dos a tres semanas.

A continuación pasa al proceso de maduración, donde se retira toda la levadura que cumplió su función, para dejar por dos semanas más madurando, para finalmente entrar al último paso, como es el embotellado y etiquetado.


Fuente: «Una cerveza artesanal que nació en el corazón de Peguche». 16 de diciembre de 2019. lahora.com.ec. Web. 5 de enero de 2020.

La tierra del arte andino

En cualquier mañana en la ciudad ecuatoriana de Otavalo, la Plaza de los Ponchos es un arco iris de textiles. Las mantas, tapices, bolsos de mano, manteles de mesa, suéteres de lana de alpaca y bufandas brillan tan intensamente como el sol ecuatorial, iluminando el mercado de artesanías más grande y fino de América del Sur.

Las multitudes pululan por la plaza y, los sábados por la mañana, cuando el mercado está más ocupado, salen a las calles circundantes. Gran parte de lo que se muestra está dirigido a los viajeros, desde pipas hasta tapices tejidos de animales andinos y de Galápagos, pero esto es mucho más que un lugar turístico. El mercado de Otavalo es un lugar de historia y tradición, que continúa las prácticas artesanales centenarias de esta ciudad del norte.

Los indígenas Otavaleños, que representan aproximadamente el 50% de la población del pueblo, han sido tejedores desde tiempos preincaicos. En los días coloniales, sus habilidades resultaron en que muchos de ellos fueran forzados a trabajar obrajes (talleres textiles), creando un comercio textil que continúa libremente hoy.

La escena en el mercado es de contrastes, con los vendedores de ropa tradicional Otavaleño rodeados por un moderno centro de la ciudad. El volcán Imbabura, de 4.630 m de altura, que da nombre a la provincia, se eleva cerca, y la ciudad capital de Quito está a solo 90 km al sur, un viaje que lo lleva por el ecuador y hacia el hemisferio sur.

Los sábados, el mercado de artesanías comienza temprano, con los puestos de venta establecidos alrededor de las 6 am. Al mismo tiempo, se lleva a cabo un gran mercado de animales en las afueras de la ciudad, que comercializa ganado vacuno, ovejas, cerdos, llamas, pollos, conejos y masas de conejillos de indias, convirtiendo la ciudad en un mercado en expansión. En la quietud de la mañana, antes de que los autobuses llenos de visitantes comiencen a llegar desde Quito, aproveche la oportunidad de pasear y conversar con los vendedores en relativa calma.

Junto a los textiles, hay puestos llenos de innumerables artesanías, desde joyas de plata hasta tallas de madera y sombreros de Panamá, que se originaron en Ecuador pero se hicieron famosos en Panamá. La selección de artesanías es extensa, y los buenos regalos o recuerdos incluyen bufandas de lana, mantas y ponchos.

El mercado de Otavalo es en gran medida la cara pública de la industria artesanal de la región, pero no es su totalidad. Alrededor de Otavalo hay una serie de sitios que destacan por sus habilidades individuales.

En Cotacachi, a 10 km al norte de Otavalo, los artesanos han estado fabricando productos de cuero durante cientos de años, debido a la posición de la ciudad rodeada de granjas de ganado y lácteos. Pasee por la calle principal de la Avenida 10 de Agusto, conocida localmente como «Calle del Cuero» , donde hay cuatro cuadras con más de 100 tiendas de cuero estilo boutique, que venden chaquetas, pantalones, bolsos e incluso camisas, muchas de ellas con talleres detrás del piso de exhibición. Es la presencia de estos talleres lo que le da a Cotacachi una calidad poco común en la bulliciosa América Latina: esta es una ciudad que se calma, no se levanta, por la noche, ya que muchos de sus residentes se levantan temprano para fabricar productos para el día siguiente.

En el extremo noreste de Otavalo, Peguche es famosa por sus tejidos. Pasee por el pueblo para escuchar el parloteo de telares mecánicos en el trabajo; en el centro se encuentra Artesanía El Gran Cóndor, posiblemente el productor textil más destacado de Peguche. Aquí, todo el proceso de tejido, desde el hilado de la lana hasta la mezcla de los tintes, se realiza a mano, un poco de calma en medio de la cacofonía.

Todos los tintes en el estudio, que es operado por José Lema y sus padres, son naturales. Los rojos, naranjas y púrpuras se mezclan con el jugo de limón y la sangre del parásito cochinilla; una nuez local llamada nogal se tritura para hacer marrones; El arbusto chilca se usa, como lo ha estado en Peguche durante siglos, para crear un verde vivo. Los resultados son textiles de mayor calidad que muchos de los que se encuentran en el mercado; buenas compras son tapices, puentes, alfombras y camisas bordadas.

Peguche también ofrece un descanso de las compras. A solo unos cientos de metros al este de Artesanía, El Gran Cóndor se encuentra la entrada a las Cascadas de Peguche, una cascada de 18 metros de altura que se sumerge en el espeso bosque. Un sendero para caminar a las cataratas conduce más allá de un campamento y a través de un grupo de eucaliptos, desde donde crecen las bromelias, extrayendo su agua del rocío de las cataratas distantes.
Las cataratas, que se pueden ver desde un puente o una plataforma cubierta, se consideran sagradas, ya que han sido un sitio ceremonial durante siglos. Se dice que una ducha en ropa interior debajo de la cascada inferior eliminará la mala suerte y la enfermedad, mientras que bañarse desnudo debajo de la cascada superior limpiará su alma.

Esta creencia tiene una aplicación práctica cada año durante Inti Raymi, el festival de solsticio de verano el 21 de junio, cuando los peregrinos vienen a Peguche para bañarse en el flujo de la cascada. En 2014, el solsticio cae un sábado, lo que significa que Otavalo se llenará con dos tipos de peregrinos: religiosos y comerciantes minoristas.


Fuente: Bain, Andrew. «Otavalo: The land of Andean artistry» bbc.com. 7 de enero de 2014. Web. 16 de febrero de 2014.