¡𝗬𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗔 𝗟𝗔 𝗩𝗜𝗦𝗧𝗔!
Escrito por Jaime Núñez Garcés
Los vientos veraniegos acariciando nuestros rostros donde ya es evidente el transcurrir inexorable del tiempo, no han cambiado, las mazorcas de maíz han amarillado, predispuestas a convertirse en la bebida sustanciosa “vino ocre de los dioses”: el yamor. De la mano, llegan los recuerdos y con estos, el dulce sabor de la añoranza por aquellas fiestas de personalidad propia y colorido auténtico… tiempos idos.
De izquierda a derecha: Jorge Valarezo, Humberto Gordón, Luis Gordón, Edwin Cueva y Hernán Martínez, integrantes de Don Medardo y sus Players en su primera actuación (1969) en la Fiesta más alegre. Foto © Jaime Núñez Garcés.
Celebración de raigambre eminentemente mestiza, que, desde hace un tiempo atrás, ha ido encaminándose “cuesta abajo en mi rodada” (como en el tango de Gardel), con una solapada tendencia a “rayminizarse”, consecuentemente, a ir perdiendo de mala manera su identidad.
Edmundo Carrillo (izq.), Pedro Rueda, Patricio Castro y Patricio Garcés P. encaminándose en busca del baile donde sonarán Los Dandys o la Costa Azul ¡qué tiempos aquellos! Foto © Jaime Núñez Garcés.
Una evidencia demasiado palpable, constituyó la edición anterior, donde fue fácil detectar “innovaciones” cuya “originalidad” marcó una brecha profunda con el desarrollo tradicional al que la comunidad otavaleña, la verdadera, la consciente, estamos acostumbrados. Predominaron los programas que definitivamente no arrimaron el hombro para fortalecer y/o consolidar la tradición de nuestro festejo mayor. Vacíos de contenido cultural, reflejaron un elevado nivel de despiste y novelería como el “yamorland” o ese tal “yamorfest”, denominaciones que no tienen ni pizca de mandinga, peor de inga, la “noche andina”, saturando la noche veraniega mediante el clásico sonsonete sanjuanero, todos, inmersos en un derroche económico (considero no indispensable hacerles conocer cifras) con gran despliegue de equipos de amplificación que emitiendo “melodías” auténticamente híbridas, retumbaron en la plaza de Cantuña, mientras lucifer incumplía con su diabólico pacto.
Junto a las vacaciones finales ha llegado el verano y todas las agrupaciones esperan con ansia el pregón de la Fiesta del Yamor. Foto © Jaime Núñez Garcés.
El erróneo desenfoque ya tiene sus años de desabrida vigencia. En julio del 2019, una “asamblea ciudadana” mañosamente convocada y luego reunida, sin representación alguna de las instituciones otavaleñas, decidió eliminar la elección de Reina del Yamor, mediante un atrevido, folklórico y hasta risible levanta manos –tipo asamblea nefasta–, evento galante del cual los apagavelas de nacimiento, shungo y afectos nos ufanábamos, quienes intervinieron, esgrimieron argumentos “fuera del pilche”. De otro lado, aquellas jornadas culturales donde el santuario de San Luis o la iglesia del Jordán daban cabida a conciertos y recitales de categoría calificada ¿quedaron proscritos? Agregando una palada de ingenio y otra de gestión, es fácil lograr una mezcla homogénea que contribuiría al rescate de esa autenticidad propia de “La fiesta más alegre en la ciudad más amable del país”.
Nos complace sobremanera haber concebido y emprendido en el denominado “Reencuentro de Otavaleños Ausentes”, programación ya institucionalizada cuyo objetivo persigue precisamente reeditar una de las características de la festividad, cual era una verdadera unción de paisanaje, antaño, tan diferente como única. De allí, una vez más, mi exhorto a las instituciones y coterráneos en general a permanecer vigilantes para a futuro, como en Fuenteovejuna, involucrarnos en la encomiable tarea de rescatar los ingredientes legítimos del yamor como fiesta, sean de índole festiva, deportiva o cultural, por citar, la designación de soberana, certamen de belleza que no debe fenecer.
El mayor de los éxitos a la Dra. Lilibeth Ayala Garcés, flamante directora ejecutiva de la Fiesta del Yamor 2023, estamos seguros que respaldada por un criterio propio, sabrá encaminar de manera positiva esta celebración ¡VIVA OTAVALO!
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Fuente: Núñez Garcés, Jaime. Comunicación personal, 28 de julio de 2023.