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Cerveza artesanal de Peguche

Desde hace aproximadamente un año, tres jóvenes kichwas, oriundos de la comunidad de Peguche, decidieron sacar al mercado una cerveza artesanal que lleva el nombre de este mismo sector.

En la actualidad esta microempresa ha ido creciendo, logrando la acogida de los consumidores tanto en el cantón Otavalo como en la provincia, siendo uno de los objetivos llegar a comercializarla a nivel de todo el país.

Los inicios. Hace tres años, Fabián, David y Segundo, jóvenes nacidos en la comunidad de Peguche, tuvieron el interés de elaborar cerveza artesanal, como una nueva forma de emprendimiento, la misma que pueda generar recursos económicos para sus familias.

La iniciativa estaba tomada, los tres socios decidieron buscar las instalaciones que servirían como un laboratorio para la preparación y distribución de la cerveza. Al principio se les dificultó por el trámite de conseguir el registro sanitario y los respectivos permisos.

Fabián Maldonado, como representante de esta sociedad, menciona que con el pasar del tiempo ahora son ocho las familias que se benefician con esta microempresa.

“Para tener conocimiento de cómo elaborar la cerveza artesanal, tuvimos que asistir a un curso en la ciudad de Quito, en donde nos instruyeron en la forma como se debe preparar los diferentes tipos de cerveza y sus distintas innovaciones”, comenta Maldonado.

Producción. Para producir la cerveza artesanal se utiliza como materia prima tres insumos, como es la cebada malta, lúpulo y la levadura, los mismos que son importados desde Europa, Estados Unidos, Argentina y Chile, lo que obliga a que el costo del producto sea un poco más alto.

Con respecto a la maquinaria que se ocupa para este emprendimiento, se tuvo que copiar los modelos para poder fabricarlos en el país.  

Proceso artesanal. Como primer paso se muele la malta, para luego pasar por un proceso denominado maceración, en agua caliente, sin llegar a hervir, con una temperatura moderada hasta que vaya expulsando los azúcares, colores y proteínas, para con el líquido llamado mosto agregar hierbas aromáticas, y luego está listo para la cocción.

Posteriormente pasa al enfriamiento, donde se añade la levadura, encargada de convertir el mosto en cerveza, y consecutivamente ingresa a los fermentadores donde se mantendrán de dos a tres semanas.

A continuación pasa al proceso de maduración, donde se retira toda la levadura que cumplió su función, para dejar por dos semanas más madurando, para finalmente entrar al último paso, como es el embotellado y etiquetado.


Fuente: «Una cerveza artesanal que nació en el corazón de Peguche». 16 de diciembre de 2019. lahora.com.ec. Web. 5 de enero de 2020.

Primera piloto de combate

Las mujeres aviadoras lanzaron bombas MK 82 en el polígono de tiro de San Antonio en Guayas y dieron en el blanco. El ejercicio militar, que duró una hora, se realizó el miércoles 11 de diciembre del 2019 y fue la última prueba a superar, antes de convertirse en las dos primeras mujeres de aviación de combate del país.

La otavaleña Jazmín Pérez tiene 28 años. Es la primera militar en su familia. Ella piloteó un avión subsónico Supertucano que despegó de las instalaciones del ala de combate #23, en Manta, a las 11:28.

Del mismo hangar y unos segundos después, despegó la quiteña María Cueva, de 26 años. Tras media hora de vuelo descendieron al polígono de tiro y liberaron las bombas que dejaron un cráter en la tierra. A su regreso, que tardó media hora más, fueron recibidas con chorros de agua y aplausos de sus compañeros e instructores que las acompañaron durante el curso de pilotos de combate que duró un año.

Las pilotos estarán presentes en la ceremonia oficial de graduación que está prevista realizar este viernes 13 de diciembre del 2019. Esta generación de ‘Halcones’, como se denomina a quienes pasan el curso, es la Sexagésima Quinta promoción. Junto con ellas se graduaron seis tenientes más. Todos están capacitados para combate aéreo, sobrevuelos en zonas de frontera, localización de aeronaves que se desplacen ilegalmente, control de minería ilegal, entre otras actividades.

María agradece a sus padres y hermanos por el acompañamiento y apoyo en su vida como aviadora. Pasó cuatro años en la Escuela de Aviación Cosme Rennella. Para ella, no hay diferencias entre hombres y mujeres en el entrenamiento y alienta a que otras jóvenes se animen para ser pilotos de combate. Ampliar Junto con ellas se graduaron seis tenientes más.

Para Jazmín es una satisfacción personal haber culminado con éxito el entrenamiento. Además, sostiene que haberlo logrado constituye un hito en la lucha por las mujeres por la igualdad en todos los espacios posibles. Para aprobar este curso tuvieron 330 horas de preparación. La primera fase fue teórica. Luego, cumplieron con 40 horas en un simulador y 60 en vuelo real.

Ambas estarán presentes en la ceremonia oficial de graduación que está prevista realizar este viernes 13 de diciembre del 2019. El comandante de la FAE, Mauricio Campuzano presidirá el acto. Además de Cueva y Pérez, se incorporarán como pilotos de combate Roberto Pita, César Vásconez, Diego Jarrín, Henry Canales, José Tuárez y Pedro Rodríguez.


Fuente: Puente, Diego. «

Jazmín Pérez y María Cueva, primeras pilotos de combate en Ecuador». elcomercio.ec. 12 de diciembre de 2019. Web. 13 de diciembre de 2019.

Fuentes de agua en Quinchuquí

El agua aflora fría y cristalina. Es como un regalo que ofrece la naturaleza a los vecinos de las vertientes Corazón Pugyo y San Ignacio, en Otavalo, ubicadas en las faldas del volcán Imbabura. El líquido sacia la sed de los habitantes de las parcialidades kichwas de Quinchuquí Alto y Guagalán. Es por ello que los campesinos cuidan los pajonales de la montaña, en donde nace pura el agua.

El anterior fin de semana, un medio centenar de personas subió hasta los 3 550 metros de este cerro, con el objetivo de sembrar plantas nativas de pumamaqui, cedro y laurel, en la quebrada Ilumán. La idea es alargar la vida de estas fuentes, asegura Olga Amaguaña, moradora de Quinchuquí Alto. Ella, al igual que sus compañeros, escaló llevando a la espalda las plantículas. También cargaron palas y barras para plantar los futuros árboles.

Con la respiración agitada y el rostro rojizo, los labriegos desarrollaron la jornada de 07:00 a 12:00. Los campesinos no estuvieron solos. También les acompañó una cuadrilla de trabajadores del Municipio de Otavalo. Al grupo se sumó Paolina Vercoutere, concejala del Cabildo, que también ayudó a la restauración de la zona. Janina Carrillo, técnico municipal, aprovechó un paréntesis de la minga para tomar un vaso de agua de la fuente en donde brota el líquido del vientre de la montaña. Con una sonrisa aseguraba que era el agua más pura y refrescante que ha saboreado.

Para las familias de los dos sectores estas vertientes son las únicas alternativas para contar con este servicio básico. Uno de los factores para no acceder a otros sistemas hídricos es que estas parcialidades están situadas en zonas altas. Por eso, el año pasado consiguieron que la Demarcación Hidrográfica Mira de la Secretaría del Agua les conceda la autorización de uso de 0,45 litros por segundo. Ese caudal les garantiza contar con el agua potable de manera permanente, explica Luis Suárez, técnico la Demarcación Hidrográfica. Desde la zona de captación hasta un tanque repartidor de caudales hay una distancia de 2 km. Desde ese sitio hasta la parcialidad de Quinchuquí Alto hay 1 km más.

Los campesinos están comprometidos a continuar con campañas ambientales para proteger las vertientes y mantener el caudal. “La idea es definir un área de recarga hídrica”, asegura Suárez. Ese fue uno de los compromisos. Por eso, entre las tareas también se contempla un seguimiento de la última siembra de árboles. Patricio Suárez, responsable de la jefatura de Biodiversidad y Patrimonio Natural del municipio, señala que el objetivo es evitar la mortandad de las plantículas recién sembradas.

A más de la conservación de las fuentes de agua también se busca proteger la vida de otras especies de fauna y flora, que tienen en esta zona del volcán Imbabura su hábitat. En el área resaltan matas de mortiños y gualicones, unas frutas silvestres que crecen en la cima de montaña. También es el hogar de una variedad de aves como mirlos, tórtolas, torcazas, gorriones, conejos y cuyes de montes. Todos los vecinos de Quinchuquí Alto y Guagalán están comprometidos con el cuidado de su entorno natural. Eso ha permitido recuperar prácticas tradicionales como la minga y la pambamesa.


Rosales, José Luis. «En Imbabura, dos fuentes de agua del cantón Otavalo son protegidas». elcomercio.com. 8 de diciembre de 2019. Web. 26 de febrero de 2020.

130 años de la escuela La Inmaculada

La celebración de los 130 años de la Unidad Educativa Fiscomisional La Inmaculada, terminó con la entrega de reconocimiento a sus alumnos, exalumnos y docentes. Luego de una larga semana de actividades artísticas, deportivas y culturales, la institución culminó ayer esta celebración con la sesión solemne, en el Teatro Bolívar, donde la artista otavaleña, Anahí Pérez, fue reconocida por su aporte musical a la institución.

Con tan solo 12 años de edad, ya tiene una larga trayectoria musical, Anahí empezó a cantar desde que tenía 3 años. “Me siento contenta de volver a ver a todos mis profesores y a quienes me apoyan”, dijo Anahí minutos antes de recibir la condecoración por representar a La Inmaculada en varios festivales de música.

Cantó en las elecciones de reina de Ibarra y Otavalo, participó en el festival de los barrios canta a Otavalo y obtuvo el primer lugar y además, ganó un evento denominado ‘Unidos más Protegidos’, entre otros.

Su inspiración mientras está en el escenario es escuchar el aplauso de las personas. “Tengo el apoyo de mi madre, especialmente de toda mi familia que siempre está ahí”. Uno de los grandes objetivos de Anahí es llegar a ser una profesional sin dejar a un lado la música.

El colombiano Sebastián Yatra es su cantante favorito y además le inspira, ya que el artista empezó desde muy pequeño y ahora ha llegado muy lejos, asimismo considera que de las cantantes mujeres, Natalia Jiménez es su preferida porque considera que su voz es espectacular.

Hace unos dos años Anahí junto a otros compañeros de la banda de esta institución participaron en el concurso ‘Más conciencia sin violencia’, donde obtuvieron el primer lugar. Juliana Aragón, mencionó que presentaron la canción denominada ‘Sueños de paz’, escrita por uno de los docentes.

Sin embargo, Juliana contó que es la única mujer que queda en la banda, ya que Anahí se retiró porque se dedicará a estudiar música. Vilma Villacres, vicerrectora de La Inmaculada, explicó que hace 130 años llegaron las hermanas de las hijas de la caridad al cantón Otavalo, conmovidas por el amor y el servicio a los pobres.


Fuente: Bravo Piñeiros, Melissa. «El talento musical y artístico fue reconocido en Otavalo». elnorte.com.ec. 7 de diciembre de 2019. Web. 9 de diciembre de 2019.