Reina del Yamor 2019

El Club 24 de Mayo retoma el legado de la elección de la reina del Yamor. La guapa Mishel Nicolalde será coronada el próximo 7 de septiembre en un evento especial organizado por la centenaria institución. Ayer, el presidente del Club 24 de Mayo, Patricio Galarza, dijo que tras la decisión municipal de no continuar con la elección de la Reina del Yamor y que ‘al tratarse de una tradición que ha venido desarrollándose a lo largo de muchos años, y que cuyo evento nació en esta institución’, se vieron en la obligación de continuar con el legado de los socios antecesores del Club.

La noche del sábado 7 de septiembre, durante el tradicional baile de gala, se realizará la coronación de Mishel Nicolalde Lapuerta, “una chica otavaleña, hija de padres otavaleños, que actualmente estudia en Quito; dueña de muchas virtudes, entre ellas su sencillez lo que le hace digna de esta designación”, explicó Galarza.

La elección de la nueva Reina del Yamor se realizó de forma interna, debido al poco tiempo con el que contaban para un evento mucho más grande. “Lo hicimos de tal manera que cumpla con lo que nosotros entendemos como una tradición y con el propósito de entender de que este es el inicio de una nueva etapa con respecto a lo que es la Reina del Yamor. Instamos a las instituciones y personas que quieran sumarse al evento que nació en el Club 24 de Mayo”, destacó su presidente.

Historia. El Club 24 de Mayo eligió a la primera Reina en el año 1953 y desarrolló este evento hasta el año 1957. “Creemos que no tendremos ningún inconveniente con el nombre de Reina del Yamor, porque nosotros fuimos los que organizamos y, de alguna forma compartimos con la ciudad ese evento creado en el Club”, dijo Mario Ernesto Rodríguez.

Fuente: HOY. “La Reina del Yamor vuelve a sus raíces”. 30 de agosto de 2019. Web. 12 de octubre de 2019.

No a la Reina del Yamor?

En asamblea ciudadana a la que acudieron representantes de organizaciones y sectores sociales y ciudadanía del cantón, convocado por la Alcaldía, con una amplia participación, se pronunciaron de manera democrática y unánime donde resolvieron la eliminación de la elección de la Reina del Yamor. Este evento contó con la participación de delegados de 48 organizaciones y más de 160 ciudadanos registrados, quienes, en más de veinte intervenciones emotivas, denotaron el importante accionar de la mujer, enfatizando en el rol de la misma y precautelando la violencia de género que provocan los certámenes en los que se cosifica a la mujer.


El Alcalde Mario Conejo, abrió el debate ciudadano y culminó con emotivas palabras que convocan a un Otavalo unido y fortalecido con la participación de todos los sectores, que participan en las decisiones de los hechos transcendentales.
El pronunciamiento ciudadano se registró ante el notario público Doctor Francisco Zea, quien fue testigo del pronunciamiento unánime que legitima la eliminación del reinado del Yamor.


Fuente: EXPECTATIVA. “Ciudadanía decidió eliminar elección de la reina del Yamor”. expectativa.ec. 22 de julio de 2019. Web. 3 de enero de 2019.

Kuya Ñusta 2018

María Belén Oyagata, representante de la comunidad de Gualsaqui, fue elegida el pasado sábado como la nueva Kuya Ñusta 2018, informó el portal lahora.com.ec. La ceremonia se efectuó en el parque Bolívar, donde participaron siete mujeres kichwas en representación de los pueblos de la sierra norte del país. La primera salida de las ñustas fue en una danza grupal, en la segunda presentación cada una de ellas hizo una demostración de las costumbres y prácticas propias de los pueblos indígenas, como el fortalecimiento de la identidad, interpretación de los instrumentos andinos, el protocolo del fallecimiento de un familiar, elaboración de la taza para recoger los granos, las artesanías como medio de emprendimiento, costumbres de la fiesta indígena y ritos para preparar la siembra.

En la tercera y última salida las candidatas lo hicieron en su vestimenta de gala, con la cual expresaron cada una su mensaje sobre temas referentes a la niñez, jóvenes y adultos.


Fuente: «María Belén Oyagata, la nueva Kuya Ñusta 2018». EL NORTE. 24 de septiembre, 2018. Web. 29 de diciembre, 2018.

Las mil caras de la chicha

Peguche es una pequeña comunidad de la sierra andina ecuatoriana que celebra cada año la fiesta del Pawcar Raymi, la gran ceremonia del florecimiento y el reencuentro. Trece días de festejos siempre asociados a las fechas del carnaval. El nombre local de la fiesta heredada de los incas es Sisay Pacha y siguiendo las prácticas tradicionales, la bebida ritual es la chicha, aunque no es una chicha normal, nacida de la simple fermentación de algún tipo de maíz.

La que beben los cerca de 120.000 visitantes que participan en un momento u otro del festival es una chicha preparada con siete variedades de maíz diferentes a las que se han añadido granos de trigo y de cebada. Un compuesto multicereal; el nuevo y el viejo mundo hermanados en el trago. Muy cerca de allí, en Otávalo, prefieren la chicha de yamor, con matices diferenciadores: también usa siete maíces, pero sin el añadido del trigo y la cebada. Más al sur, en Cañar, utilizan un tipo de maíz llamado zhima —un maíz blanco semicristalino— en la preparación de las chichas para la fiesta del Corpus.

Todo eso con permiso de las chichas de jora, que siempre fueron las más populares en Perú, Ecuador y Bolivia y pueden ser contempladas como el antecedente andino de la cerveza: una bebida elaborada a partir de un maíz germinado. Sucede también en la arequipeña chicha de guiñapo, aunque el resultado es muy diferente. En la chicha de jora, las fermentaciones son más largas y el porcentaje alcohólico crece en proporción directa a la duración del proceso. Cuantos más días pasen, más acaba pegando y los sabores se van acentuando. En mis últimos recorridos por Ecuador he encontrado chichas de jora con más de una semana de fermentación y hasta un 12% de contenido alcohólico. Todo lo contrario que la chicha arequipeña, siempre dulce, fresca y amable, que se prepara de un día para otro y es más un refresco que otra cosa.

Solo es el principio del relato de las chichas que son y también de las que fueron, porque muchas de las fórmulas tradicionales se van perdiendo de un extremo a otro del continente. Allí donde mandó el maíz, las chichas siempre marcaron el paso. Desde Norteamérica hasta las tierras australes, con formas nuevas, enfoques completamente diferentes y en presencia de nuevos ingredientes, como el maní, algunas frutas ácidas o la yuca. La chicha ha tomado formas diferentes a lo largo de las cocinas latinoamericanas, hasta separarse radicalmente de las preparaciones originarias y acabar designando bebidas dulces o fermentadas entre cuyos ingredientes no aparece el maíz. Durante un tiempo, también se hicieron chichas con alguno de los tres grandes granos andinos, la quinua (escrita así, con u; quinoa es un anglicismo), la kiwicha y la cañihua, aunque apenas queda mucho más que la constancia y alguna preparación aislada de la chicha de quinua en Arequipa y Puno.

En las tradiciones del pueblo mapuche, que puebla el sur de Chile y Argentina, conviven las chichas de maíz con otras nacidas con la implantación del trigo. En Chiloé, al sur de Chile, también llaman chicha al fermentado de manzana que preparan al asomar el otoño. Se acercan mucho a la sidra y he probado algunas con más de un año de guarda realmente espectaculares. La fruta también es un recurso más al norte, en Colombia, Panamá y otros países centroamericanos, donde llaman chicha, o champú, a bebidas preparadas a base de jugos de fruta, endulzados y condimentados con especias. Sucede también en Ecuador. En algunas localidades de la costa aplican el nombre a preparación de arroz o de arroz y maní, aunque también hay otras, como la de Tisaleo, en la sierra, que combina la esencia de la chicha y los champús en una preparación en la que la chicha se encuentra con el jugo de la naranjilla.

Cada día es más difícil encontrar chicha en las grandes ciudades latinoamericanas. Todavía sobreviven en Lima, pero es muy difícil dar con ella en Santiago, Bogotá o Quito, donde el ascenso en la escala social parece asociado al distanciamiento de las raíces. Por suerte, un grupo de jóvenes cocineros trabaja en la recuperación de algunas fórmulas.


Fuente: Medina, Ignacio. «Las mil caras de la chicha». elpáis.com. 7 de junio de 2018. Web. 27 de febrero de 2020.