Ñusta

Su nombre es Ñusta, que significa princesa en Kichwa. Vive en San Luis de Agualongo, de la parroquia Ilumán, en Otavalo, y nunca imaginó que su video, donde interpreta varios temas en inglés del artista estadounidense Charlie Puth, iba a tener más de 300 mil reproducciones en la red social TikTok.

Tiene nueve hermanos y algunos son músicos como Joselito, uno de los mayores, quien la motivó desde muy niña a seguir los mismos pasos. “Una vez me dijo que cantemos por el Día de la Madre, en ese entonces no sabía lo que era cantar, pero aprendí de él cuando lo escuchaba entonar su voz y lo imitaba”.

Conocimiento
El segundo nombre de Ñusta es Duchicela, como la princesa indígena. “Me dio muchas más ganas de cantar cuando tenía 15 años y empecé a ver tutoriales en YouTube”.

Dijo que se inspira en cantantes como Ariana Grande, Beyonce y Bruno Mars, “me gustaba mucho imitarles y eso me ha ayudado a desarrollar mi voz”. Ñusta no ha estado en ningún curso de canto, pero sí estudia música en la Unidad Educativa Luis Ulpiano de la Torre, en Cotacachi, aquí aprendió a tocar el piano, el bajo y la guitarra.

Por otro lado, comenta que le gusta aprender la fonética en inglés para cantar, ya que hablar normalmente no lo hace en este idioma. Hace cinco meses se creó la cuenta en TikTok, donde solo publicaba videos tocando la guitarra, pero cuando grabó el dúo para interpretar varios temas musicales de Charlie Puth, empezó a tener comentarios de felicitaciones, lo que también la inspiró para seguir subiendo más videos cantando.

“Me sorprendió porque este primer video en una semana solo tenía 200 reproducciones, pero de una subió a más reproducciones”, cuenta Ñusta emocionada.

Grandes aspiraciones
Mientras lava la ropa o hace algún quehacer doméstico, Ñusta practica el canto. “Me quiero centrar mucho en la música, quisiera salir del país y buscar nuevas oportunidades”. No descansa en seguir aprendiendo, pues asegura que canta y practica con los instrumentos todos los días.

Además, comenta que sus padres María Celina Pillajo Pineda y Alberto Picuasi Córdova siempre la están apoyando, incluso cuando se enteraron de las miles de reproducciones que tiene su video, se pusieron contentos. “Me apoyan siempre con sus palabras que me motivan”.

Con Diario EL NORTE es la tercera entrevista que tiene Ñusta y sus papás se emocionan por las publicaciones de las fotografías. A los jóvenes Ñusta les dice que sigan haciendo lo que les gusta, “porque aunque no sea fácil tienen que seguir practicando y pensar en qué quieren lograr en el futuro. Hay que seguir trabajando y nunca rendirse”.

En un futuro, Ñusta se ve cantando frente a miles de aficionados en un escenario. Hasta ahora, se ha presentado tocando el piano en actividades de su institución.


Fuente: «Ñusta, que en kichwa significa princesa, conquistó con su canto en las redes sociales» elnorte.ec. Diario EL NORTE, 24 de enero, 2022. Web. 25 de enero, 2022.

Sello discográfico

El “Valle del Amanecer” es considerado cuna de artistas que se destacan en diferentes áreas. La música no es la excepción. En este contexto, Ricardo Esparza junto a su hermano, iniciaron con un emprendimiento sui generis en la ciudad, consistente en un estudio discográfico, al cual lo denominaron Istriónico Records.

Como es de conocimiento general, este tipo de empresas son más comunes en las ciudades grandes, sin embargo, para estos jóvenes otavaleños, eso no fue un impedimento, sino una motivación.

“La idea del sello discográfico vino desde hace algunos años con mi hermano, con quien comenzamos a grabarnos caseramente. Luego tuvimos experiencias en estudios más grandes, y hoy por hoy, ya sin mi hermano, trato de estudiar e investigar la ciencia de la grabación y la producción musical”, contó Esparza, fundador de la empresa.

Istriónico Records, es un estudio dirigido a la producción sólo de ciertos géneros musicales alternativos, como: rock, grunge, punk, noise, industrial, stoner, metal, popindie y fusion.

“Nos basamos en un público alternativo, similar al que se puede encontrar en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca; que mucha falta le hace al sector imbabureño, donde hay bandas que no tienen donde pisar. Queremos que la cultura otavaleña no se pierda de las producciones actuales”, agregó Esparza.

El estudio cuenta con varias agrupaciones musicales de Quito y Otavalo que son producidas en su interior, entre clientes externos y bandas a las cuales el sello pretende impulsar al mercado.


Fuente: «Sello discográfico otavaleño se abre campo en la música». elnorte.ec. Diario EL NORTE, 21 de agosto de 2021. Web. 23 de agosto de 2021.

Ñanda Mañachi 28 años después

Foto © 2019 Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Músicos kichwas imbabureños junto a marimberos esmeraldeños ejecutaron una muestra de la herencia melódica e identitaria de los pueblos originarios del Ecuador, la noche de este jueves en el Teatro Lía del Complejo Cultural Fabrica Imbabura, en Antonio Ante y con la asistencia de un público diverso de cerca de 500 personas.

El recital exhibido fue la versión 2019 de ‘Juyungo Ecuatoriales’, una obra maestra presentada en 1991 en el Festival de Lille, Francia, por el etnomusicólogo francés Chopin Thermes y la partipación de músicos afrodescendientes como Papá Roncón, Lindberg Valencia, Rosa Huila, el grupo Ñanda Mañachi de los hermanos Pichamba y los interpretes Pablo Valarezo, el colombiano Juan Luis Restrepo y el peruano Raúl García.

Pronto a cumplirse las tres décadas de su creación, Juyungo volvió a retumbar en vivo con genuinos ritmos afros y vientos andinos fusionados a través de la marimba, el bombo, el cununu, el guasá, las flautas, el violín, el arpa, la zampoña, la guitarra y el bandolín.

Los asistentes a esta experiencia única atestiguaron vertientes distintas y casi contrapuestas de la música ancestral del Ecuador, producto de una investigación iniciada hace más de 50 años por Thermes, un pasionado de la música latinoamericana, asentado en Imbabura desde hace mucho.

Durante dos horas, el repertorio fue revitalizado por doce experimentados músicos herederos de la tradición y en diálogo de 19 canciones en la que se destacan: Torbellino, Jahuapamba, Andarele, Llacta Pura, entre otros. Este ensamble musical cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura y Patrimonio para su circulación por varias ciudades y en acompañamiento de las mejores orquestas sinfónicas del país, así lo informó el viceministro Gabriel Cisneros, al tiempo que destacó la labor de juntar legados de dos regiones sobre un mismo escenario y evidenció las políticas y acciones que el Gobierno Nacional realiza en el contexto de El Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

Mientras Thermes, señaló que Juyungo – que en idioma chachi significa mono, animal venerado por la cultura precolombina La Tolita-Tumaco y nombre que inspiró a la novela de la negritud del escritor Adalberto Ortiz- es la herencia de lejanas épocas, de emisarios, viajeros y chamanes que vinieron de todas partes y vivieron en este territorio costero y andino y que tuvieron la sabiduría de legar a otras civilizaciones la herencia recibida.

Al cerrar el evento, el marimbero Jackson Ayoví exclamó que la música es un lenguaje universal y tanto para afroecuatorianos como indígenas ha sido sinónimo de reinvindicación y libertad.


Fuente: «El recital musical y sonoro ‘Juyungo’ volvió a escucharse tras 28 años con una renovada versión». culturaypatrimonio.gob.ec. Ministerio de Cultura y Patrimonio, 15 de marzo de 2019. Web. 5 de agosto de 2021.

Juliana Navarrete

Cuando el poeta Edgar Allan Poe indaga en los misterios de la felicidad humana insinúa que dicho estado se lo encuentra siguiendo cuatro puntos cardinales, como razones que nos asisten para ser feliz: la vida al aire libre, el desprendimiento de toda ambición material, el amor de una mujer y descubrir una belleza nueva cada día.

Luciana Navarrete junto a su padre, Roberto. FOTO © 2021 Leonardo Parrini.

Sin duda, una utopía distante que la voz y el talento de Juliana Navarrete aproxima con su canto. Inéditas resonancias en su armonía hacen posible un estado de recogimiento espiritual el momento en que la tesitura vocal de Juliana reivindica un elemental derecho en quien la escucha: la alegría de vivir. Esa rotunda sensación tuvimos al descubrirla como artista al tenor de una noble causa cantando en el concierto solidario con Juan Paredes, mientras el músico chileno libraba una decisiva batalla por su vida la noche del 27 de mayo pasado.

Ella canta con el amor de una mujer que lucha -que es la más alta forma de amar-, con su voz en libertad como el aire que respira, con desprendimiento de toda materialidad, propio del idealismo de la juventud que permite descubrir una belleza nueva cada día.

-“El amor y la lucha no son inseparables, una canción de lucha parte del amor, no creo que haya como separarlos, son dos amores diferentes, en la lucha siempre hay un gran motivo de amor, tu puedes amar tu libertad, tu país, tu gente y su futuro, sugiere Juliana.

Una infancia fecunda

La belleza y la alegría de vivir conjugaron en Juliana una existencia plena, en el ambiente bucólico de Otavalo, donde su padre -Roberto Navarrete- y su abuelo paterno le heredaron la exquisitez del arte musical.

-“Mi infancia la recuerdo de mil formas, mi padre y mi madre siempre han sido amantes de los animales, con mi padre nos íbamos a caminar en gran aventura en el ambiente de campo de una pequeña granja familiar donde había borregos, conejos, patos, en gran conexión con la naturaleza”.    

Nació y creció en el núcleo de una familia de músicos, esa fue la fragua que templó su talento, pulido cual diamante bajo el cincel orientador del padre. De su mano conoció la Nueva Canción Chilena, referente de las luchas del cono sur. Recibió desde temprana edad educación vocal en profunda conexión con su progenitor, para ella “zapatos muy grandes que calzar” en el camino de su formación musical.

-“Siempre sentí la conexión de cantar con mi padre, el ser que me dio la vida y a quien amo infinitamente. Un referente musical increíble que me ha inspirado en adquirir ese nivel de expresividad en las canciones. Es una gran responsabilidad ser hija de Roberto Navarrete, le tengo mucho respeto, canto con el acompañamiento de su guitarra y si canto junto a él tengo que hacerlo bien”.

Siendo adolescente, Juliana integró grupos corales estudiantiles y allí aprendió que su registro de soprano era la mejor evidencia que había nacido la interprete de una familia de pájaros cantores, en el nido de una estirpe de artistas que arrullaron su talento.

-“La música es toda mi vida, de niña no me dormía si no escuchaba música”.

Entre cantautores que influyeron en su formación musical está Violeta Parra de Chile, los argentinos León Gieco, Gustavo Cerati, Charlie García y Le Luthier, el español Joaquín Sabina, con su música “que tiene historias, además de ritmo”. Música de amor y lucha que, a la postre, tiene un futuro complejo en las preferencias de las nuevas generaciones.

-“Entre los jóvenes de nuestra generación que todavía compartimos ese sentimiento de lucha, le veo un futuro de pelea a la canción latinoamericana”.

Como exponente de una nueva generación, Juliana Navarrete se hizo cantante cultivando un talento innato con una tesitura en su voz en extremo afiatada, con resonancias propias de un timbre en plenitud de singulares tonalidades expresivas que emite vibraciones armónicas de apropiada intensidad, tono, timbre y duración, según señalan los expertos.

-“Creo que el arte te permite expresar lo que uno es y abre una ventanita al mundo sobre lo que uno piensa y siente. La música, a través de la historia, ha sido una gran arma de lucha, si hay una función del arte es que nos da libertad”. 

¿Quién sabe si el artista nace o se hace por los caminos libertarios de la vida? En el caso de Juliana Navarrete es una incógnita de segundo orden. La joven artista ecuatoriana tiene el don de hacer al ser humano feliz con su canto. Con una alegría de vivir propia de los seres alados que encuentran la felicidad en los cuatro puntos cardinales, en busca de una belleza nueva cada día.


Fuente: Parrini, Leonardo. «Juliana Navarrete, un canto de amor y lucha». lapalabrabierta.com. La Palabra Abierta, 6 de junio de 2021. Web. 12 de junio de 2021.